domingo, 7 de noviembre de 2010

¿Que quieres ser de mayor?

Pitusin sigue creciendo, además de físicamente, su primer diente, sus primeros intentos de gatear y luego andar, mentalmente: aprende a coger cosas con las manos, empieza a conocer a la gente y también sus primeros balbuceos, es cuestión de meses que empiece a hablar, poco a poco. Una vez que empiece a hablar todos le pediremos que diga algo, cualquier tontería para poder interaccionar con el de forma distinta. Una vez que hable llegara el día en que le hagan las dos típicas preguntas que nunca me gustaron cuando era pequeño: ¿tienes novia, nene, chico, xiquet? y demás formas de llamar al niño y ¿Que vas a ser de mayor?. La primera pregunta sigue sin respuesta, a la segunda ya he dado unas cuantas, aunque todavía no se que voy a ser de mayor. Espero no caer en el tópico y no hacerle yo estas preguntas a Pitusin.

Pero hoy mas que escribir sobre que quiero o quería ser de mayor voy a escribir como veo yo esto de hacerse mayor. Lo primero es distinguir que no hay tanta diferencia, o se me ha olvidado como era yo de pequeño, o peor aun sigo sin madurar. Todo el mundo cuando habla de cuando era niño habla de una vida sin responsabilidades, pero había que hacer deberes, pocos pero había que hacerlos. También había que ser responsable para que los padres no se enfadasen, ahora es el jefe, la novia o los amigos compañeros de trabajo. Se suponía que había que hacer caso a lo que decían los mayores, y aunque no lo hicieses no pasaba nada, en los monólogos de la tele dicen que no pasaba nada, pero si que pasaba pues había un castigo casi seguro, aunque esto no me paso muchas veces pues nunca fui un niño trasto. En los monólogos de la tele, ya se habrá intuido me gustan poco o nada, también decían que no conocías en miedo, no era tampoco mi caso. Yo iba con cuidado de no caerme al suelo pues nunca he soportado el dolor físico. En los mismos monólogos decían que para ser amigo de alguien solo le tenias que preguntar, no había que hacer acciones de acercamiento, hacerte caer bien y demás, toda la vida cuando he tenido que hacerme amigo de alguien he acabado pensando que no valía la pena intentar nada, si ha de llegar llegara, si no llega nada.

Llega el momento y tu cuerpo empieza a cambiar, no me hizo ninguna gracia eso te tenerme que afeitar, porque era de mayores, eso de tener todo el cuerpo lleno de pelos no me gusta. Todo el mundo estaba deseoso de cumplir los 18 para poder decirle al padre que ya es mayor de edad y quiere independencia, yo veía que si metía la gamba ya podía acabar en la cárcel, que si metía la pata las culpas al final no las iba a pagar nadie mas que yo, a mi esto me da miedo. Siempre he sido negativo, pocas veces veo el lado positivo de las cosas. Luego a parte del cambio de niño a adolescente esta el de mayor de verdad o "hombre" que dice la gente de antes, de nuevo mi mente contesta para sus adentros, pues hay que ser educado, cuando alguien me dice o me dijo: "Estas hecho un hombre" y tu un viejo/a/pesado, metete en tus cosas que yo no te molesto. Se que lo hacen con buena intención pero no me gusta ni un pelo.

Durante mucho tiempo creí que yo nunca me haría mayor, pues mientras muchos de mis contemporáneos se empezaban a quejar ya, no se si de forma ficticia o real, yo me mantengo sin quejarme, no se si es resistencia o negación. La típica queja del antes, o el cuerpo empieza a fallar. Yo todavía aguanto hasta las tantas de fiesta y al día siguiente si hace falta a hacer esfuerzo físico, todavia veo como un reto cuando hay que hacer un trabajo duro. Si algún día me duele la cabeza es por el garrafón no por viejo. Yo por ejemplo creo que estoy mas en forma ahora que de adolescente, hay quien dice que si hace deporte un día ya le cuesta recuperar, pues yo cuando me doy una carrerita por la playa en cuanto me ducho ya no me duele, solo tengo mas sueño de habitual, si que me cuesta tomar el aliento unos minutos después, pero es inevitable pues aunque hasta los deportistas después de hacer un esfuerzo lo necesitan, es algo mas de las leyes de la fisica que del envejecimiento. En una nueva comparación hombre automovil, si al motor le pides un esfuerzo mayor del que ofrece en ese momento, o en frio, es seguro que va a tardar un poco en recuperar, la diferencia entre estar en forma o no es el tiempo de recuperación, pero en mayor o menor duración siempre hay tiempo de recuperación

Pero si hay algo que siempre me tome en broma y ahora se que afecta son las temperaturas. De niño puedes salir a la calle de manga corta aunque haya cero grados, no importa. Puedes ponerte el abrigo nuevo para lucirlo aunque sea de las rebajas y hace ya calor primaveral, seguramente te estas asando pero no lo sientes. De mayor la cosa es diferente y se supone que cada vez mas. Antes el verano era soportable, solo lo contrario al invierno, pero ahora es una tortura cuando el termómetro pasa de los 30 grados, no lo aguanto. El frío me gusta así que no me importa que el termómetro caiga.

A pesar de todo lo escrito arriba se que voy a hacerme mayor o envejecer solo es cuestión de tiempo, pues ya ha llegado el día que me he dado cuenta. Una de las diferentes secciones de la climatología, secundaria respecto al sol-lluvia frío-calor es el aire-viento-corrientes. De toda la vida si el calor y el frío eran solo numeritos en un termómetro, las corrientes de aire eran solo producto de la imanación de los adultos o madurados antes de tiempo. Pero me llego el día de sentir las corrientes y me sentí mal, muy mal

Un día de finales de noviembre comida con amigos de mis padres en casa: una estancia amplia muy amplia y alta sobre todo alta. Una estufa horno de leña de las te quemas si te pones a medio metro pero que no sientes si te pones a metro y medio, mucha gente, bueno la verdad es que solo mas de la habitual. Platos para aquí y para allá, comida que se enfría: porque hace frío y porque la cocina no es del tamaño suficiente para mas de siete o ocho comensales. Un error garrafal del diseñador de interiores: frío y sin mesa camilla con su correspondiente brasero. Pero sobre todo gente entrando y saliendo. Termino de masticar mi bocadillo de salchicha casera cuando alguien entra en la habitación y se queda la puerta entreabierta, termino de masticar e instintivamente, sin pensar, como una frase toda la vida salida de mi boca, con naturalidad: "cierra que hay corriente". Con la ultima e se me cae el alma al suelo. Nunca antes en mi vida sentí la corriente, si alguien dejaba abierta la puerta entraba frio, pero si la dejaba entreabierta no pasaba nada, hasta hoy. Es esta una frase de mayores que sienten el frio, de gente que se cansa después de un día de trabajo, de gente que después de ese día no sale porque esta cansado, de gente que si hay dos días seguidos de fiesta se cansa y no sale, de gente que prefiere salir a tomar algo sentado y hablando tranquilamente, que llegar hasta ultima hora de la noche y te haya sabido a poco. Gente que va de viaje y para en un hotel a dormir antes que hacer el viaje del tirón.

Aquel día mientras el resto del mundo comía alegremente yo me volví mente adentro para pensar en las consecuencias de aquella frase tan insignificante en apariencia pero tan profunda a mi modo de ver las cosas sin corrientes de aire, sentí miedo miedo a hacerme mayor. También hacerme mayor en su peor versión: envejecer, y todavía sin saber lo que quiero ser ni a donde voy.

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