lunes, 24 de octubre de 2011

Vueltas de tuerca a la crisis

Hablando con uno de los vecinos de parcela en el campo expone sus ideas sobre la crisis y la política: elecciones generales a la vista. Aunque es del signo político contrario, eufemismo utilizado para decir simplemente del otro partido, da gusto hablar con el y escucharle pues es tolerante y permite opinar sin tener que elevar la voz. Como es del signo contrario pues dice que en cuanto cambie el gobierno las cosas iran a mejor. Bueno no comparto la idea pero siendo realista es lo que ocurrirá. Lo escribo porque no me gustaría un gobierno conservador pero sí que quisiera que acabase la crisis.

Este vecino agricultor es una isla dentro del gremio. A casi todos lo que les he escuchado oír claman que el mundo se acaba, no saben a dónde vamos a llegar, la crisis económica es definitiva y volveremos al trueque, no nos valdrá ni el euro, pero tampoco la peseta. La política será como en la Edad Media, el cura y el mandamas del pueblo. La economía ha acabado con la economía. Los estudiosos de la materia economistas no han sabido prever la crisis, no han calculado bien su profundidad y aun peor que todo esto no han sabido ponerle remedio. Yo que estudiado algo de economía, creo que de la crisis se sale, más tarde de lo que predije al principio, pero se sale. Los agricultores dicen que tendremos que abandonar nuestra vida moderna, con viajes para todos, coche nuevo cada cinco años, se acabará la guerra de los smartphones, otro eufemismo para decir móviles caros que hay que renovar cada mes. El tuitter, el facebook, internet y la informática, o cualquier aparato eléctrico serán como al pintura romana sabemos que existió pero no ha quedado nada. Con suerte tendremos para comer, habrá quien no tenga ni techo, será del banco, banco que irá a la quiebra pues al final será solo una empresa inmobiliaria en un mercado inmobiliario sin vida. Cuentan este mismo discurso una y otra vez, todos esperan a que una vez acabado les digas lo de siempre: entonces que será de los millones de personas que viven en la ciudad y no tendrán una parcela en la que cultivar algo que llevarse a la boca. Aparece por el rostro del interlocutor una sonrisa de superioridad.

Los agricultores cenizos no es lo que predicen, es lo que desean, pero es un deseo egoísta, no porque deseen el mal a los demás, sino lo que desean es que haya que volver a vivir del campo para que la eterna pregunta del agricultor haya sido respondida a su favor: ¿Hice bien en dedicarme a la agricultura? O ¿Debí haber buscado la vida en la industria o el sector inmobiliario? Si la forma actual se va al garete y volvemos a una sociedad primitiva, basada en la agricultura, ellos creen que serán los amos del poder pues tendrán las tierras, medio indispensable para la supervivencia.

Todo esto puede que sea rebuscado, seguro, pero también habrá que decirles que si la forma económica actual cambia puede que sus modernos tractores no sirvan para nada. Puestos a reducir comodidades se acabó el petróleo. Además el moderno tractor que casi trabaja solo no ha sido comprado con los ahorros de toda una vida, ni tampoco con la venta de la cosecha, el moderno tractor ha sido un regalo de la Unión Europea, vía ayudas a la conservación de la agricultura. Además la Unión Europea subvenciona los productos agrícolas para que sean competitivos pues el moderno tractor dispara los costes de producción.

Espero que no lleguemos a una situación así, no quiesiera tener que vivir del campo. Ademas no creo que las grandes empresas. Aunque hay un mal precedente: hace muchos años un amigo dijo:"no seais tontos lo que hay que hacer es invertir en pateras", lo tomamos a risa, el tiempo le dió la razón. Ahora el mismo amigo dice que hay que invertir en huertos y cercados para evitar el pillaje, deseo que esta vez se equivoque.

La sengunda vuelta de tuerca es por aquellos que tambien desean que la crisis sea profunda, de nuevo soy mal pensado. Gente que no para de decir que el futuro esta mas negro que el carbon, que afortunadamente ellos tienen la vida mas o menos encarrilada, pero lo sienten por nosotros lo jovenes y no tan jovenes que tenemos que desarrollar nuestra vida laboral en un contexto de paro elevado. Una de las frases que utilizan este tipo de negativos es que ya nunca se podra volver a ganar lo que se ha ganado. Si no hay trabajo qué va a ser de nosotros, otra vez, no podemos tener expectativas de futuro, nos tendremos que ver abocados a trabajar poco y mal, por poco dinero, con una competencia atroz. Bla bla bla. A todos los que le oigo decir esto son futuros jubilados, que se hicieron a si mismos en los ultimos años del franquismo. ¿es que nadie les ayudo a hacerse?, ¿no tenian familia amigos, conocidos?, solo habia franquismo y un futuro que sería mejor sin Franco, ellos se hicieron a si mismos por generacion espontanea como los microorganismos.

A esta gente les pongo el ejemplo de la gran depresion o la crisis del petroleo. En ambos casos hubo quien penso que no habia futuro que podia ser el fin de la vida moderna, pero al final se salio para adelante. Volvieron a florecer las industrias y se pudo volver a ganar dinero. En los paises desarrollados en nivel de vida no solo volvio al nivel anterior a la crisis si no que se supero con creces. Pero estos negativistas, en fondo de mi mal pensar, quieren vernos mal, sus intranquilas conciencias quieren ver que nadie supera su obra en vida. Sus intranquilas conciencias son parte de las culpables de la crisis, viendo que estaban en los ultimos años laborales han exprimido todo lo que han podido y ahora nos dejan a nuestra suerte para que resolvamos problemas en parte creados por ellos. Los resolveremos.

Si la crisis es tan profunda como quieren que no lloren si se quedan sin pension, o hay que cofinanciar la seguridad social. Ojala que esto no pase, no quiero verlos oir con añoranza como se partieron los riñones a trabajar y ahora no pueden irse de viaje a Benidorm. Quiero pensar que la cosa acabar bien, mejor antes que despues.

La última vuelta de tuerca es para aquellos que son de ideas politicas contrarias, que no rivales. No esta bien generalizar, pero hay veces que es un poco imposible: Estoy harto de aquella gente que en lo poco que queda, o no, (que diria el señor de los hilillos) para las elecciones estan esperando para invertir, o realizar gasto. Es decir aquellos que siendo del partido que no gobierna estan esperando a que cambie el gobierno para reestimular la economia y favorecer el gasto, consumo y demas ciclo que acaba con beneficios y produccion. Muchos de estos son los que se llenan de banderas, y nosotros por molestar les dejamos ver de vez en cuando la contraria. Hablan como si fuese suyo el pais, la nacion, el estado. Los demas solo somos unos equivocados en nuestro ideal politico, asi que se hacen autochantaje esperando a que lleguen al gobierno los defensores de sus ideales. Autochantaje porque al recelar en sus inversiones estan perjudicando a su propio país al que tanto aman y que tanto defienden del resto de equivocados. No hay error en nuestro punto de vista, solo es diferente.

En la entrada de sobre la republicana escribí que me inculcaron que debía ser prudente a la hora de manifestar mis ideas politicas, no por falta de libertad sino por evitar ofender a alguien que no fuese precisamente tolerante. Recientemente he comprobado la razon que tenía aquel que me dio esta idea o consejo: Harto de tener que guardar silencio cuando oia el parrafo anterior una noche, con vodka en medio, me decidí a dar mi opinion: el resultado fue que el señor poco tolerante cuando vio que mis ideas eran opuestas, y aunque intente todo lo que puede dar respuestas respetuosas, me espeto una frase que nunca pense que oiria: "ojala que te pudras en el paro", por suerte son los menos. Todo lo contrario que el vecino de parcela del campo.


viernes, 14 de octubre de 2011

Las glorias del deporte

Hartos estamos de oír en la sección de deportes lo bien que van las cosas en el mundo del deporte. Ganadores de todas las disciplinas deportivas, individuales o en grupo, de todas las formas y hasta colores. Hasta hay quien se salta una de las reglas principales del deporte, el respeto al rival, para directamente afirmar: soy español a qué deporte quieres que te gane. Muy mal, eso no demuestra saber jugar, ni ser competitivo, demuestra algo mucho peor: no saber ganar, propio de nuevos ricos. Lo que somos en el mundo del deporte: unos recién llegados a ganar asiduamente.

Los deportistas españoles ganan en todo, pero yo que soy de natural cenizo, me acuerdo más de los tiempos en los que los rivales nos machacaban sin contemplaciones. Recuerdo cuando eran los españoles los que perdían, la rabia que me daba. Otra vez me acuerdo de motoristas que perdían en la recta lo que ganaban en las curvas. Partidos de cualquier disciplina que se perdían cuando parecían ganados porque los nuestros no conseguían mantener la cabeza fría y perdían los nervios,y el partido. O lo peor de todo cuando los medios de comunicación nos vendían que esta vez sí y luego el rival nos machacaba. Todos a buscar una excusa, cuando al final era una cuestión simple: ganaba el mejor. Pues pienso ahora en los pobres equipos que pierden contra España y me da lástima la cantidad de niños que ven como los nuestros los destrozan, hay veces que casi los humillan, y yo en lugar de sentirme bien me siento mal por la gente que ahora pierde, me pongo en su situación. También pienso que solo es cuestión de tiempo que la tortilla de la vuelta y volvamos a ser del montón de los que no ganan.

Los deportistas de ahora como los de antes, aunque no ganaran, son venerados, admirados, ejemplo para la juventud, también tendrán sus defectos, digo yo. Uno de ellos es que aunque luzcan orgullosos la bandera de España y digan que se emocionan cuando en lo alto del podio o al recoger el trofeo suena el himno nacional, sin letra mejor, casi todos ellos en cuanto pueden no dudan en irse a vivir a algún paraíso fiscal, o en el caso de los futbolistas declarar fuera en cuanto pueden. Pero claro ellos están con la gente que lo está pasando muy mal con la crisis. Los deportistas cada vez más me recuerdan a la nobleza de hace unos siglos: ellos viven en su mundo de felicidad y grandes rentas mientras el resto lo pasamos mal y si hay que hacer sacrificios primero nosotros que para eso somos más y nos podemos repartir los recortes. No entiendo y no me gusta esa veneración obligada que hay que tenerles, esta bien que ganen pero a mi al rato de acabada la partida se me olvida y mi vida vuelve a la rutina de siempre. Tampoco me gusta que haya que ir ahora todos de rojo porque si, yo voy de negro por elección personal, no porque lo diga el Marca, no pienso comprar una camiseta ni nada conmemorativo.

Creo que la mejora del deporte, aparte de los pelotazos implícitos en construcción de parques y complejos deportivos, se debe más a que aquellos que antes perdían son ahora entrenadores, no a que nos hayamos convertido en un país civilizado que prefiere practicar deporte a ir de tapas, o que prefiera practicarlo a verlo. Siempre pienso en el ejemplo de Marc Márquez y su manager: Emilio Alzamora. Alzamora ganó solo un campeonato del mundo de motociclismo, y sin ganar una sola carrera, pues su moto no era ni de lejos la mejor del campeonato. Ahora en cambio ha conseguido que Marquez pueda luchar de igual a igual con el resto de competidores o puede que le haya dado la mejor moto. Le ha creado un equipo con técnicos de primera y el mejor material, no como el que se tenía que conformar con lo que había. No creo que hayamos mejorado mucho como país cuando aun los bares siguen llenos y son unos de los pocos negocios a los que la crisis casi ni les afecta. Igual ocurre en otras secciones, por ejemplo en baloncesto, detras de Navarro y demas habia un tio con perilla al que nunca olvidaré porque de pequeño me daba miedo, aunque solo lo viese por la tele: Orenga. Jugador de toda la vida en la selección de baloncesto.Igual ocurre en la selección de futbol, la mayoria de entrenadores son exjugadores con alguna historia que contar sobre su derrota en mundiales.

Al principio pensé que no, pero con el tiempo he acabado por cogerles manía a casi todos los futbolistas que ganaron el mundial de futbol. Aunque parezca mentira al que más manía le he cogido ha sido a Iniesta. Esta muy bien que sea del pueblo de al lado, o dos pueblos más allá. Pero ya estoy harto de que si es muy bueno, que si es el mejor, que si el gol, que si no tiene rival, que si él juega es todo más fluido, pero si el futbol es un rollo. Ahora esta en condiciones de disputarle el puesto de increíble hombre anuncio a Fernando Alonso: te vende de todo, igual que este tiene un desparpajo como actor que supera con creces su excelencia deportiva. Después de todo se va a convertir en un mono de feria al que todo el mundo va a ver aunque no haga nada, no me gustaría estar en su lugar cada vez que va a un acto y le hacen hablar, su capacidad dialéctica esta a nivel de su capacidad teatral.. Sí, ganamos el mundial, que bien que alegría, pero al dia siguiente la vida siguió igual, la crisis continuo y los politicos siguieron robando. Ya que esta abierta la veda de rajar puedo también mandar un cordial saludo a los lumbreras de marketing y publicidad a los que se les ocurre la brillante idea de utilizar a deportistas sin gracia teatral para vender productos. Pero volviendo a los enemigos de esta entrada también le tengo especial tirria a Casillas, pero es que con el paso del tiempo va a ser el nuevo Hierro o Sanchis, su equipo debe ganar porque lo dijo Franco.

Dentro de unos años supongo que aquí pasara como en Francia o Inglaterra no ganaremos nada de nada y añoraremos estos tiempos, algunos puede que no, nuestros equipos perderan de nuevo finales y los jugadores indivuales serán criticados todos los lunes en los periódicos sin contemplación. Entonces espero que sigan los mismos periodistas de ahora y quisiera verlos como se les acaba el chollo de unas vacaciones que no se merecen, solo porque están contando las glorias del deporte, claro que siempre tendrán la excusa de cargarle la culpa a los deportistas y descargar su rabia por haber terminado con sus vacaciones en las portadas de los periódicos.