miércoles, 20 de febrero de 2013

El oro de la corona

He tenido el blog abandonado, para volver he decidido hacerlo con algo de alegría, algo que me proporciona satisfacción y buenos momentos: las joyas de la corona, en este caso se puede decir que es la corona en si, las joyas no serían posibles sin la existencia de la corona.

Con la dichosa crisis encima no se atisbaba una nueva joya. De nuevo en tiempos de crisis no solo económica, también creativa, no solo mía, los diseñadores automovilisticos también tienen su parte de culpa, y los directivos de las compañias mas aun, vaya precios. Los coches de ahora no suelen ser de mi agrado, es entonces cuando se acaba volviendo al clasicismo o al recuerdo. Así que viendo que los coches nuevos quedan cada vez más lejos hemos, sí no solo yo, decidido que lo mejor es mirar al pasado, evocar recuerdos.

Sin ser mucho de recordar, que mejor recuerdo que la primera vez, que monte en coche, el coche que tenia mi padre cuando nací: Así pues en lugar de buscar coche nuevo, en casa hemos decidido buscar uno igual a aquel en el que crecimos y aprendimos las normas y técnicas básicas de conducción. En lugar de buscar un coche nuevo con todos los avances propios de la segunda década del siglo XXI hemos vuelto a las antiguallas de los años 80 del siglo anterior. Ni airbag, ni barras de seguridad en las puertas; nada de potencias desorbitadas, nada de consumos reducidos, ni mínima contaminación. Al contrario, cada vez que arranca la nueva joya queda en el ambiente un humo negro tirando a grisáceo, que nos transporta a años de carretera nacional, cuando se conducía de verdad. Vías de doble sentido, con camiones de paja mal cargada. Conductores solidarios, puestos de naranjas y botijos en cada gasolinera; las autovías eran un sueño europeo, los coches insonorizados una utopía. Volveremos a recordar la infancia en la carretera, jugando toda la familia, un radiocassete que funcionaba poco o nunca.  Tendremos que buscar algún audio de Juan Manuel Gozalo presentando la radiogaceta deportiva de RNE. Paradas a vomitar por la electricidad estática y las curvas. Frío cada vez que en invierno se abre una puerta, o se baja una ventanilla y minutos u horas para recuperar el calor.

Así pues ya tenemos nuestro flamante Seat 131 2500 diesel. Bastante conservado para tener veintisiete añazos en sus espaldas. Esta poco usado en comparación con el que tuvimos en la familia. No es exactamente el mismo modelo pero puede pasar por igual para los no expertos. Ahora lo afinaremos un poco, no mucho, para poder hacer kilómetros por las pocas carreteras nacionales o regionales que quedan, si no las buscaremos. Ya no quedaran puestos de naranjas, los botijos hace tiempo que pasaron a la historia. El mapa es solo para nostálgicos.

Pensando en donde ir, he pensado que las autovías facilitan la comunicacion pero impiden el contacto. Cuando paseo por una carretera nacional y al lado la autovía se ven bares y restaurantes que fueron, gasolineras estancadas en el día que el ministro de turno inauguro el tramo de turno. Pueblos que perdieron el esplendor en beneficio del transporte privado,

Pasado más de un año desde que adquirimos la nueva joya, la corona, hemos realizado cientos de kilometros, más de cuatro mil, no esta nada mal en un coche de casi treinta años. Le hicimos un mantenimiento mas por gusto que por necesidad y puedo decir que el dinero no lo da la felicidad. La gente me ha llegado a parar para explicarle de donde lo he sacado, de lo bien conservado que esta, he llegado hasta a pasar miedo pues aunque el modelo en sus inicios era una berlina familiar con el tiempo y debido a su robustez acabo siendo más coche de quinquis y gitanos que los utilizaban hasta reventarlos, No quiero ni quisiera que alguno de estos últimos personajes lo viese y le gustase rememorar alguna de sus andanzas y lo destroce. Hay veces que me da vergüenza hasta parar a repostar, pues la corona suele ser el centro de atención de la gasolinera, salvo que haya cerca algún deportivo de gama alta.

Por cierto que la corona,como debe ser es de color dorado, aunque nos hubiese gustado más que fuese verde como era nuestro coche originario, no se puede tener todo.




 

domingo, 11 de marzo de 2012

El instituto Luis Vives

El pasado mes de febrero fue uno de los mas fríos que se recuerdan, será el cambio climático, sea lo que sea: hizo mucho frió. Más todavía en edificios viejos, mejor dicho antiguos. Si para colmo no funciona la calefacción es difícil prestar atención a nada. Si además el jefe del señor que debía haber ahorrado para pagarla acaba de salir impune por recibir regalos de cuatro corruptos la cosa no va a acabar bien: manifestación improvisada y policía en formacion, la primavera valenciana. Primavera en invierno y con frío, hay que hacer un estudio psicologico sobre los valencianos, todos Alicante y Castellon incluidos, que también forman parte de la comunidad. El epicentro de todo: el instituto Luis Vives, yo estuve allí, pero hace once años.

Fue al segundo instituto al que fui. El primero al que fui era como la cárcel, para los no iniciados el aulario de la facultad de economía. El primer instituto, pues, era un instituto normal y corriente, con sus ladrillitos en la fachada, sus pistas de deporte algo cutres, su cafetería llena de estudiantes que no estudian, su rincón para cosas que no se deben hacer y poco mas. Cuando entré era una comunidad bastante bien avenida, gente normal de catorce a dieciocho años, con sus cosas, pero al final se fue perdiendo el espíritu de buen rollo porque entraron los de la ESO, con doce años. Con la llegada de la ESO se acababa el plan antiguo. Para todos menos para mi, que me quedaron dos, las únicas dos asignaturas que aprobaba todo el mundo pues sabían el examen, todos menos yo. Con el cambio de plan o te cambiabas a la ESO o te tocaba emigrar. -para dos que me quedan es mejor emigrar-.

Acabe en el Luis Vives. Para gente de fuera de Valencia el Luis Vives es lo primero que se ve cuando sales de la Estación del Norte y miras a la izquierda, antes, porque ahora te dejan en la provisional-para siempre estación Pintor Sorolla, que es una birria en comparacion con la del Norte. La primera vez que el mejor atleta de la familia vio la Estacion del Norte se quedo anonadado al ver las vigas de hierro. Volviendo a mi primera vez en el Luis Vives, le dí una vuelta para verlo por fuera, mas que nada porque no sabía donde estaba la puerta. Entre con mucho miedo, bueno estaba muerto de miedo, era la última oportunidad que tenía aquel curso para estudiar algo, si no me cogían allí tendría que trabajar. Le pregunte al conserje que hacia falta para matricularse, me tiró una hoja, el conserje también era un personaje dentro del instituto. Leí la hoja con la poca calma que tenía: Nombre, apellidos, dirección, curso que solicita la matricula, ingresos familiares¿?, horario. Con las prisas y los líos escogí horario nocturno y no vespertino, creo que esto lo he contado mil veces, no hace falta una mas. Al final de la hoja venían las fechas de matricula: del uno al cinco de Septiembre, otro sudor frío, -hoy es seis-. Rellene la hoja y se la entregué, el conserje respondió: en un par de días la matricula. -Ya está, así de fácil- y yo aquí sudando como un pollo pensando que no me cogían.

Aquel era un edificio con historia, nada de ladrillitos en la fachada, al contrario una fachada sobria, pero imponenente, adentro hasta tenia claustro, con sus unas cuatro plantas que le daban cierta alegría y una escultura, supongo que de Luis Vives, los que salían a fumarse un cigarrillo en los pisos superior se asomaban al claustro, por edad no tenían necesidad de esconderse. Hasta capilla, que usábamos como salón de actos. unas bonitas escaleras hacia una buhardilla que hacia de aula de historia del arte. Por cierto que todo el mundo habla de Luis Vives, pero ¿quien fue?: humanista del siglo XVI, coetáneo de otro ilustre famoso que nadie sabe quien es Erasmo de Rotterdam, Erasmus.

Pasaron esos días e hice la matricula, un tramite sencillo, si no fuera por mi manía a llegar pronto para hacer una inspección. El jefe de estudios en persona te hacia la matricula: Me había tocado el grupo L, con la reducida cifra de cincuenta y dos estudiantes, para que ahora se quejen que son veinte. El aula 212, la mas alejada de la puerta. Cuando entre a la reunión con la tutora allí ya faltaban por lo menos diez alumnos, alumnos por decir algo porque aquello ya eran hombre y mujeres, no estudiantes, yo alli era el mas joven y algo alejado de la media de la clase. Con mi gran capacidad para hacer amigos me sente en la primera silla que vi libre y allí me quede, -si alguien quiere algo ya lo pedirá-. Todo el mundo trabajaba, eran tan mayores, y yo allí que era casi la primera vez que salia de la cuna del mueble, Alfafar-Sedavi. La tutora dio las nociones básicas, hasta que llegó al momento en que dijo -los que tengáis asignaturas sueltas debéis preguntar a cada profesor si os deja ir de oyente-, mal empezamos.

Mi magnifico horario era de seis a siete la primera clase y de nueve y media a diez y cuarto la segunda, todo por la tarde-noche. Algo habría que hacer entre clase y clase. Pues aunque parezca mentira la mayoría de días iba de oyente. Mas que nada porque los profesores eran muy buenos. Acabe asistiendo con regularidad a tres de las asignaturas en las que no estaba matriculado, hasta haciendo examenes y sacando mejores notas que los que las cursaban. He de decir que al llegar navidad de los cincuenta y dos que iniciamos el curso quedamos menos de veinte, y a la selectividad solo llegamos ocho o nueve y aprobamos tres o cuatro.

El profesor de valencià, valenciano-catalán, o lo que cada uno quiera era muy bueno, no se perdía en los lios de denominacion del idioma, se ceñía al temario, tanto que en lugar de escoger un manual entre todos los disponibles había escrito el mismo uno, luego nos cobraba solo el gasto de encuadernacion había quien decian que ganaba dinero, no lo creo. Uno de los textos a analizar era una breve relato, de la Iliada o la Odisea,no recuerdo, que contaba una misma historia que mi padre me decía sobre madrugar trabajar y el hambre. Caí en la cuenta de que mi padre no había leído a Homero, pero me contaba la historia igual: Gabilondo y Hoy por hoy son la respuesta. Volviendo al profesor de valencià llego un día en que supe que aquel instituto no era de enseñanza secundaria sino una institucion: ETA asesinó a Ernest Lluch y por la ventana se oia a la gente que se manifestaba. Un alumno, con gana de irse, le pidió que podíamos sumarnos a la manifestacion, el señor profesor se opuso, pero nos explico con pelos y señales el por qué, nos dio un breve discurso sobre el conflicto vasco, su vision y las posibles soluciones, a mi por lo menos me dio que pensar un rato, eso fue lo que me gusto. No trato de convencernos de que su idea era la buena sino que nos hizo pensar y reflexionar. Ya no recuerdo lo que dijo ni cual fue su opinion pero sí que me hizo plantearme las cosas.

El profesor de Historia del Arte era muy bueno también, además tenia cierto parecido con Buenafuente, contaba anécdotas sobre los edificios valencianos de cada estilo, hasta hicimos un trabajo sobre la Lonja de Valencia, que reune todo lo que yo puedo pedir a un edificio, gótico y centro de negocios, con un código de buenas prácticas, no como Wall Street. El comentaba algo sobre un edificio y yo en cuanto tenia un rato libre entre clase y clase me daba un paseo para verlo. Así que mientras si alguno se saltaba una clase se iba a la cafetería yo me de daba un paseito por Valencia. Lo que antes era un foto impersonal se llenaba de sonidos y olores, gente que pasa, las diferentes formas en que la luz incide según la época del año no las muestran las fotos. Conocí algo mas de la ciudad de Valencia, no solo que era la capital de la región, como hasta aquel año, sentí la ciudad. Hasta entonces siempre me sentí más castellano que valenciano, aquel año se igualaron las cosas, aunque no consiguí perder mi acento Jose Bono.

Cuando llegó la selectividad me encontré con muchos de los que el Septiembre anterior habían aprobado aquellas dos asignaturas que yo suspendi. Les fue mal en la selectividad y se habían visto obligados a repetirla, además todo el año estudiando una carrera no elegida ahora estaban verdes, yo en cambio había estado repasando materia todo el año, y tenia los consejos del gran profesor de valencià.

Este febrero cuando han salido los estudiantes a la calle a manifestarse por el frío he recordado aquel año, también he pensado que es posible que los valencianos hayan por fin cambiado su forma de pensar y hayan decidido quejarse y manifestarse por lo que de verdad hay que manifestarse. Pero varias semanas después llega Marzo, de nuevo la mayoría de la gente parece salida del solmania, pintadas ellas, musculados ellos, piercings tatuajes, coches deportivos de poco cilindrada, motos de terraza que solo hacen ruido paradas, cafeterias llenas... solo ha sido un espejismo.

domingo, 15 de enero de 2012

La inspiracion

He perdido la inspiración, aunque tengo varias entradas pendientes de publicar por mas vueltas que les doy no me terminan de gustar y ahí siguen cogiendo polvo, sí es que dentro del ordenador algo puedo coger polvo en formato word o pdf. Aparte de que no encuentro la forma que me guste a las entradas tampoco me vienen a la mente nuevas ideas, no se me ocurre nada mas sobre lo que escribir. Las únicas ideas que me vienen a la mente son sobre política y no quisiera escribir mas sobre política Tampoco es cuestión de darle vueltas siempre a lo mismo, aunque no haga otra cosa.

Algo tendré que poner sobre la inspiración por lo menos para que no caiga esto definitivamente en el olvido. Picasso decía que la inspiración le tenia que llegar trabajando para poder plasmarla, pero siempre he creído que no necesitaba estar trabajando, era un genio que supongo estaría siempre inspirado, lo único que debería hacer es trabajar para plasmar la inspiración. A mi la inspiración me suele venir justo cuando me voy a dormir, y claro, o me duermo y al día siguiente no me acuerdo de nada, o lo apunto en una libretilla y al día siguiente solo tengo una idea de la que no recuerdo la forma exacta, así que estamos en las mismas o peor, frustrado por no recordar exactamente lo que pensaba cuando escribí una pequeña frase. La otra situación en la que me inspiraba era en el autobús, pero ahora ya ni eso. Solo pienso que no tengo ganas de que llegue nunca mi parada. También he perdido parte de inspiración porque ya no tomo apuntes, no uso casi los bolígrafos, todo lo escribo directamente desde el teclado del ordenador, parece que no es lo mismo y aunque mi letra es horrorosa, nunca antes nombrado aquí, me daba la sensacion de que escribiendo primero a mano surgían mejores ideas. La verdad es que Picasso tenia razón, antes como practicaba mas el trabajo de escribir, aunque fuese tomando apuntes, tenia mas posibilidades de anotar correctamente aquello que me pasaba por la cabeza, no solo un esbozo.

En un libro de matemáticas del instituto, matemáticas e inspiración son temas antagónicos, al final de cada tema había una hoja de datos curiosos. En un a de ellas había un científico aburrido al que le gustaba la poesía renacentista italiana: Había hecho un estudio sobre un poeta y su amor platónico. Como no, el amor platónico estaba casada con otro y el poeta solo podía soñar con ella y escribirle versos, supongo que todavía no se había marcado el carácter italiano, pues un italiano de hoy le hubiese tirado los tejos estando casada, siendo lesbiana o hasta un cayo. El caso es que el científico loco había observado que la calidad de las obras subía y bajaba en función de un parámetro: si su amor era correspondido o no. Cuando la amada del poeta le hacia mas caso el poeta dejaba de escribir bien, se volvía un hortera, como cualquier italiano que se precie, que rebosaba azúcar en todos sus versos. Hasta tal punto que la amada lo mandaba a tomar viento y él caía en la desesperación, de aquí salían sus mejores versos, de nuevo a la amada se le derretía en corazón y vuelta a empezar. Y el científico a medir y tomar notas.

Puede que a mi me haya ocurrido algo parecido. Atrás la universidad, y de momento, trabajos precarios mal remunerados, no es que gane mucho ni sea este de momento en el trabajo de mis sueños pero me siento mas realizado en este momento que tiempo atrás. Así que por aquí no hay mucho de donde rascar. Para colmo otro de los sueños conductivos que tenia ya lo he realizado. Una de las entradas que tengo pendiente es sobre la ultima joya de la corona, a ver si me vuelve la inspiración y la termino, de momento aquí lo dejo.

También he realizado otro sueño conductivo que si se puede contar, aunque sea incumpliendo las normas de trafico pues he conducido un vehículo a motor sin la correspondiente licencia, he llevado un camión durante unos trescientos kilómetros, para cualquiera eso es trabajar pero para mi era y es un sueño, hijo de un camionero, no podía ser menos. Es una experiencia bastante normal, nada de grandes ambiciones, pero así soy.

Otra posibilidad sobre la perdida de la inspiración es el vacío que se padece cuando se alcanzan las metas a las que se soñaba llegar, el vacío del sueño cumplido. Una vez superado ese vacío uno se fija nuevas metas y de nuevo comienza a soñar con aquello que no se tiene, y se busca. También espero que en la búsqueda aparezca pronto la inspiración, trabajando o no pero que llegue.

sábado, 5 de noviembre de 2011

Las historias del vividor

La misma noche que estaba escuchando Hamlet recordé que tenia pendiente un tema en borrador: he soportado las historias del vividor. Quien no conoce uno. Alguien que sabe focalizar sobre su persona la atención del grupo de gente que hay alrededor, con sus historias, contadas al detalle, con emoción. Oyendo estas historias yo siempre acabo pensando que mi vida es aburrida, insulsa, anodina. Pero en el fondo es lo que busco, pocos sobresaltos en una vida tranquila.

En mi caso es cierto, no busco vivir al limite, ni que me pasen grandes cosas, no en vano he derivado mi vida hacia la contabilidad, nada que ver con el riesgo ni el desenfreno. De no haber estudiado para contable hubiese estudiado historia, las cuentas contables pueden variar por error pero en una excavación arqueológica es difícil que nada se mueva. Me gustan las cosa fijas predecibles, sin muchos sobresaltos a excepcion de los paseos en moto. No practico deportes de aventura tipo puenting rafting o todos los demás que acaban en ing. No voy a los parques de atracciones, no vaya a ser que se me dispare la adrenalina. Si hasta mi videojuego favorito es uno de asimilación de conducir camiones y no paso de 90 kilómetros hora, para ser realista. Creo haber repetido este párrafo en una de cada tres entradas o mas, me estoy repitiendo.

Para explicar porque busco la tranquilidad solo basta decir que pienso demasiado las cosas, le doy vueltas y vueltas, no soy una persona precisamente decidida. Así por ejemplo después de una tarde de cañas veraniegas si a algún colega se le ocurre la idea de ir a las fiestas de algún pueblo cercano yo tengo mis dudas. Por mi cabeza empiezan a aparecer Guardias Civiles dispuestos a retirarme una de posesiones mas preciadas: el carne de conducir. Aun cuando puede que sea el que menos cerveza ha bebido pues no es de mi total agrado. Para cuando acabe de dar vueltas a la cabeza mis amigos ya están allí.

El titulo de la entrada hace referencias a las historias del vividor, pero en muchas ocasiones el vividor mas que vividor es un buen contador de historias. Alguien que sabe contar grandes cosas a partir de cualquier cosa corriente. -Fui al supermercado y no me llegaba el dinero para pagarlo todo, una duda me asalto, debía dejar fuera el jabón o el pan, ir limpio o comer-. Otro cualquiera se hubiese quedado en el simple hecho de decir, -que vergüenza, me falto dinero-. Yo mismo.

Suele haber un día en que se descubre que muchas veces el vividor es en realidad historiador. Estas con él, ocurre algo, nada fuera de lo común. Al cabo de unos días lo escuchas como lo cuenta y miras de forma diferente lo ocurrido, -no fue exactamente así, fue un poco diferente, creo que exageras-. Pero claro el vividor ya se ha convertido en el centro de atención sabe especificar los detalles necesario para magnificar el suceso. La primera vez lo piensas, no lo dices, si alguna vez se te ocurre comentarlo, el vividor-historiador te guarda en su archivo. La próxima vez que vaya a contar algo y estés implicad te sugerirá con una mirada, imperceptible para el resto, que guardes silencio, que el relato es suyo. En milésimas de segundo piensas -puedo desenmascarar si es historiador o vividor-, para inmediatamente seguir pensando puedo quedar como uno mas o unirme al club de implicados en sus historias.

Finalmente la testosterona se impone: yo no voy a ser menos, le dejas contar la historia, a todos nos gusta aunque sea por un momento y en boca de otro ser el centro de atención. Cuenta la historia, te cede un poco de gloria porque si quiere seguir contado sus vivencias necesita testigos, aunque sean mudos. Cuando acaba de contar la historia, el suceso, te das cuenta que con el tiempo se puede ir haciendo mayor, aumenta el desfase realidad-fantasía. Llegas, yo por lo menos, a la conclusión de que la mayoría de cosas que se cuentan se van exagerando con el tiempo, así que tomas con cuidado muchas de las historias que te van contando, supongo que igual que el resto de oyentes.

lunes, 24 de octubre de 2011

Vueltas de tuerca a la crisis

Hablando con uno de los vecinos de parcela en el campo expone sus ideas sobre la crisis y la política: elecciones generales a la vista. Aunque es del signo político contrario, eufemismo utilizado para decir simplemente del otro partido, da gusto hablar con el y escucharle pues es tolerante y permite opinar sin tener que elevar la voz. Como es del signo contrario pues dice que en cuanto cambie el gobierno las cosas iran a mejor. Bueno no comparto la idea pero siendo realista es lo que ocurrirá. Lo escribo porque no me gustaría un gobierno conservador pero sí que quisiera que acabase la crisis.

Este vecino agricultor es una isla dentro del gremio. A casi todos lo que les he escuchado oír claman que el mundo se acaba, no saben a dónde vamos a llegar, la crisis económica es definitiva y volveremos al trueque, no nos valdrá ni el euro, pero tampoco la peseta. La política será como en la Edad Media, el cura y el mandamas del pueblo. La economía ha acabado con la economía. Los estudiosos de la materia economistas no han sabido prever la crisis, no han calculado bien su profundidad y aun peor que todo esto no han sabido ponerle remedio. Yo que estudiado algo de economía, creo que de la crisis se sale, más tarde de lo que predije al principio, pero se sale. Los agricultores dicen que tendremos que abandonar nuestra vida moderna, con viajes para todos, coche nuevo cada cinco años, se acabará la guerra de los smartphones, otro eufemismo para decir móviles caros que hay que renovar cada mes. El tuitter, el facebook, internet y la informática, o cualquier aparato eléctrico serán como al pintura romana sabemos que existió pero no ha quedado nada. Con suerte tendremos para comer, habrá quien no tenga ni techo, será del banco, banco que irá a la quiebra pues al final será solo una empresa inmobiliaria en un mercado inmobiliario sin vida. Cuentan este mismo discurso una y otra vez, todos esperan a que una vez acabado les digas lo de siempre: entonces que será de los millones de personas que viven en la ciudad y no tendrán una parcela en la que cultivar algo que llevarse a la boca. Aparece por el rostro del interlocutor una sonrisa de superioridad.

Los agricultores cenizos no es lo que predicen, es lo que desean, pero es un deseo egoísta, no porque deseen el mal a los demás, sino lo que desean es que haya que volver a vivir del campo para que la eterna pregunta del agricultor haya sido respondida a su favor: ¿Hice bien en dedicarme a la agricultura? O ¿Debí haber buscado la vida en la industria o el sector inmobiliario? Si la forma actual se va al garete y volvemos a una sociedad primitiva, basada en la agricultura, ellos creen que serán los amos del poder pues tendrán las tierras, medio indispensable para la supervivencia.

Todo esto puede que sea rebuscado, seguro, pero también habrá que decirles que si la forma económica actual cambia puede que sus modernos tractores no sirvan para nada. Puestos a reducir comodidades se acabó el petróleo. Además el moderno tractor que casi trabaja solo no ha sido comprado con los ahorros de toda una vida, ni tampoco con la venta de la cosecha, el moderno tractor ha sido un regalo de la Unión Europea, vía ayudas a la conservación de la agricultura. Además la Unión Europea subvenciona los productos agrícolas para que sean competitivos pues el moderno tractor dispara los costes de producción.

Espero que no lleguemos a una situación así, no quiesiera tener que vivir del campo. Ademas no creo que las grandes empresas. Aunque hay un mal precedente: hace muchos años un amigo dijo:"no seais tontos lo que hay que hacer es invertir en pateras", lo tomamos a risa, el tiempo le dió la razón. Ahora el mismo amigo dice que hay que invertir en huertos y cercados para evitar el pillaje, deseo que esta vez se equivoque.

La sengunda vuelta de tuerca es por aquellos que tambien desean que la crisis sea profunda, de nuevo soy mal pensado. Gente que no para de decir que el futuro esta mas negro que el carbon, que afortunadamente ellos tienen la vida mas o menos encarrilada, pero lo sienten por nosotros lo jovenes y no tan jovenes que tenemos que desarrollar nuestra vida laboral en un contexto de paro elevado. Una de las frases que utilizan este tipo de negativos es que ya nunca se podra volver a ganar lo que se ha ganado. Si no hay trabajo qué va a ser de nosotros, otra vez, no podemos tener expectativas de futuro, nos tendremos que ver abocados a trabajar poco y mal, por poco dinero, con una competencia atroz. Bla bla bla. A todos los que le oigo decir esto son futuros jubilados, que se hicieron a si mismos en los ultimos años del franquismo. ¿es que nadie les ayudo a hacerse?, ¿no tenian familia amigos, conocidos?, solo habia franquismo y un futuro que sería mejor sin Franco, ellos se hicieron a si mismos por generacion espontanea como los microorganismos.

A esta gente les pongo el ejemplo de la gran depresion o la crisis del petroleo. En ambos casos hubo quien penso que no habia futuro que podia ser el fin de la vida moderna, pero al final se salio para adelante. Volvieron a florecer las industrias y se pudo volver a ganar dinero. En los paises desarrollados en nivel de vida no solo volvio al nivel anterior a la crisis si no que se supero con creces. Pero estos negativistas, en fondo de mi mal pensar, quieren vernos mal, sus intranquilas conciencias quieren ver que nadie supera su obra en vida. Sus intranquilas conciencias son parte de las culpables de la crisis, viendo que estaban en los ultimos años laborales han exprimido todo lo que han podido y ahora nos dejan a nuestra suerte para que resolvamos problemas en parte creados por ellos. Los resolveremos.

Si la crisis es tan profunda como quieren que no lloren si se quedan sin pension, o hay que cofinanciar la seguridad social. Ojala que esto no pase, no quiero verlos oir con añoranza como se partieron los riñones a trabajar y ahora no pueden irse de viaje a Benidorm. Quiero pensar que la cosa acabar bien, mejor antes que despues.

La última vuelta de tuerca es para aquellos que son de ideas politicas contrarias, que no rivales. No esta bien generalizar, pero hay veces que es un poco imposible: Estoy harto de aquella gente que en lo poco que queda, o no, (que diria el señor de los hilillos) para las elecciones estan esperando para invertir, o realizar gasto. Es decir aquellos que siendo del partido que no gobierna estan esperando a que cambie el gobierno para reestimular la economia y favorecer el gasto, consumo y demas ciclo que acaba con beneficios y produccion. Muchos de estos son los que se llenan de banderas, y nosotros por molestar les dejamos ver de vez en cuando la contraria. Hablan como si fuese suyo el pais, la nacion, el estado. Los demas solo somos unos equivocados en nuestro ideal politico, asi que se hacen autochantaje esperando a que lleguen al gobierno los defensores de sus ideales. Autochantaje porque al recelar en sus inversiones estan perjudicando a su propio país al que tanto aman y que tanto defienden del resto de equivocados. No hay error en nuestro punto de vista, solo es diferente.

En la entrada de sobre la republicana escribí que me inculcaron que debía ser prudente a la hora de manifestar mis ideas politicas, no por falta de libertad sino por evitar ofender a alguien que no fuese precisamente tolerante. Recientemente he comprobado la razon que tenía aquel que me dio esta idea o consejo: Harto de tener que guardar silencio cuando oia el parrafo anterior una noche, con vodka en medio, me decidí a dar mi opinion: el resultado fue que el señor poco tolerante cuando vio que mis ideas eran opuestas, y aunque intente todo lo que puede dar respuestas respetuosas, me espeto una frase que nunca pense que oiria: "ojala que te pudras en el paro", por suerte son los menos. Todo lo contrario que el vecino de parcela del campo.


viernes, 14 de octubre de 2011

Las glorias del deporte

Hartos estamos de oír en la sección de deportes lo bien que van las cosas en el mundo del deporte. Ganadores de todas las disciplinas deportivas, individuales o en grupo, de todas las formas y hasta colores. Hasta hay quien se salta una de las reglas principales del deporte, el respeto al rival, para directamente afirmar: soy español a qué deporte quieres que te gane. Muy mal, eso no demuestra saber jugar, ni ser competitivo, demuestra algo mucho peor: no saber ganar, propio de nuevos ricos. Lo que somos en el mundo del deporte: unos recién llegados a ganar asiduamente.

Los deportistas españoles ganan en todo, pero yo que soy de natural cenizo, me acuerdo más de los tiempos en los que los rivales nos machacaban sin contemplaciones. Recuerdo cuando eran los españoles los que perdían, la rabia que me daba. Otra vez me acuerdo de motoristas que perdían en la recta lo que ganaban en las curvas. Partidos de cualquier disciplina que se perdían cuando parecían ganados porque los nuestros no conseguían mantener la cabeza fría y perdían los nervios,y el partido. O lo peor de todo cuando los medios de comunicación nos vendían que esta vez sí y luego el rival nos machacaba. Todos a buscar una excusa, cuando al final era una cuestión simple: ganaba el mejor. Pues pienso ahora en los pobres equipos que pierden contra España y me da lástima la cantidad de niños que ven como los nuestros los destrozan, hay veces que casi los humillan, y yo en lugar de sentirme bien me siento mal por la gente que ahora pierde, me pongo en su situación. También pienso que solo es cuestión de tiempo que la tortilla de la vuelta y volvamos a ser del montón de los que no ganan.

Los deportistas de ahora como los de antes, aunque no ganaran, son venerados, admirados, ejemplo para la juventud, también tendrán sus defectos, digo yo. Uno de ellos es que aunque luzcan orgullosos la bandera de España y digan que se emocionan cuando en lo alto del podio o al recoger el trofeo suena el himno nacional, sin letra mejor, casi todos ellos en cuanto pueden no dudan en irse a vivir a algún paraíso fiscal, o en el caso de los futbolistas declarar fuera en cuanto pueden. Pero claro ellos están con la gente que lo está pasando muy mal con la crisis. Los deportistas cada vez más me recuerdan a la nobleza de hace unos siglos: ellos viven en su mundo de felicidad y grandes rentas mientras el resto lo pasamos mal y si hay que hacer sacrificios primero nosotros que para eso somos más y nos podemos repartir los recortes. No entiendo y no me gusta esa veneración obligada que hay que tenerles, esta bien que ganen pero a mi al rato de acabada la partida se me olvida y mi vida vuelve a la rutina de siempre. Tampoco me gusta que haya que ir ahora todos de rojo porque si, yo voy de negro por elección personal, no porque lo diga el Marca, no pienso comprar una camiseta ni nada conmemorativo.

Creo que la mejora del deporte, aparte de los pelotazos implícitos en construcción de parques y complejos deportivos, se debe más a que aquellos que antes perdían son ahora entrenadores, no a que nos hayamos convertido en un país civilizado que prefiere practicar deporte a ir de tapas, o que prefiera practicarlo a verlo. Siempre pienso en el ejemplo de Marc Márquez y su manager: Emilio Alzamora. Alzamora ganó solo un campeonato del mundo de motociclismo, y sin ganar una sola carrera, pues su moto no era ni de lejos la mejor del campeonato. Ahora en cambio ha conseguido que Marquez pueda luchar de igual a igual con el resto de competidores o puede que le haya dado la mejor moto. Le ha creado un equipo con técnicos de primera y el mejor material, no como el que se tenía que conformar con lo que había. No creo que hayamos mejorado mucho como país cuando aun los bares siguen llenos y son unos de los pocos negocios a los que la crisis casi ni les afecta. Igual ocurre en otras secciones, por ejemplo en baloncesto, detras de Navarro y demas habia un tio con perilla al que nunca olvidaré porque de pequeño me daba miedo, aunque solo lo viese por la tele: Orenga. Jugador de toda la vida en la selección de baloncesto.Igual ocurre en la selección de futbol, la mayoria de entrenadores son exjugadores con alguna historia que contar sobre su derrota en mundiales.

Al principio pensé que no, pero con el tiempo he acabado por cogerles manía a casi todos los futbolistas que ganaron el mundial de futbol. Aunque parezca mentira al que más manía le he cogido ha sido a Iniesta. Esta muy bien que sea del pueblo de al lado, o dos pueblos más allá. Pero ya estoy harto de que si es muy bueno, que si es el mejor, que si el gol, que si no tiene rival, que si él juega es todo más fluido, pero si el futbol es un rollo. Ahora esta en condiciones de disputarle el puesto de increíble hombre anuncio a Fernando Alonso: te vende de todo, igual que este tiene un desparpajo como actor que supera con creces su excelencia deportiva. Después de todo se va a convertir en un mono de feria al que todo el mundo va a ver aunque no haga nada, no me gustaría estar en su lugar cada vez que va a un acto y le hacen hablar, su capacidad dialéctica esta a nivel de su capacidad teatral.. Sí, ganamos el mundial, que bien que alegría, pero al dia siguiente la vida siguió igual, la crisis continuo y los politicos siguieron robando. Ya que esta abierta la veda de rajar puedo también mandar un cordial saludo a los lumbreras de marketing y publicidad a los que se les ocurre la brillante idea de utilizar a deportistas sin gracia teatral para vender productos. Pero volviendo a los enemigos de esta entrada también le tengo especial tirria a Casillas, pero es que con el paso del tiempo va a ser el nuevo Hierro o Sanchis, su equipo debe ganar porque lo dijo Franco.

Dentro de unos años supongo que aquí pasara como en Francia o Inglaterra no ganaremos nada de nada y añoraremos estos tiempos, algunos puede que no, nuestros equipos perderan de nuevo finales y los jugadores indivuales serán criticados todos los lunes en los periódicos sin contemplación. Entonces espero que sigan los mismos periodistas de ahora y quisiera verlos como se les acaba el chollo de unas vacaciones que no se merecen, solo porque están contando las glorias del deporte, claro que siempre tendrán la excusa de cargarle la culpa a los deportistas y descargar su rabia por haber terminado con sus vacaciones en las portadas de los periódicos.

martes, 6 de septiembre de 2011

Antes y despues

Otra vez pensando sobre que escribir mientras escucho musica, una cancion de Hamlet y de nuevo salta la chispa creativa, por suerte cerca un folio y un boligrafo.


Dias de verano en el pueblo, por la noche se sale al fresco, los pajaros las ratas del aire. La primera noche interrogatorio por parte de los mas viejos del lugar, no es que sean muy viejos, es que no hay jóvenes. Saludo inicial –hola- y la sabida respuesta –adios- viejos cabrones. Que te cuentas, que has hecho mientras no has estado por aquí, -pero si solo hace dos fines de semana que no vengo-. Los primeros días lo vas soportando, pero a partir de la segunda semana que ves que las historias se repiten año a año la cosa se va volviendo insoportable. Es como cuando te toca repetir asignatura con el mismo profesor, a la tercera clase te das cuenta de que lo que parecían bromas espontaneas en realidad siguen un guion estudiado a base de repetir años y años. Personalmente losmas viejos del lugar me transmiten la sensación de que lo de ahora no vale, no es igual, solo por que el recuerdo nos hace olvidar lo malo, todo era mucho mejor antes, donde va a parar es una coletilla que no debe faltar.

El tema estrella de esta temporada y también de las anteriores: la crisis. Según este el día es una ruina o no es nada: -Yo no se a donde vamos a ir a parar- o –esto no es nada en comparación con los tiempos del hambre-. Aunque este año también ha habido caña para el Papa y la Iglesia, la empresa mas antigua del mundo, con mas de mil setecientos años de dominio, a su lado Bill Gates y Steve Jobs son unos simples aprendices.



Volviendo a los tiempos del hambre, los viejos de ahora ya no son los de hace unos años, los que ahora se jubilan ya nacieron todos después de la guerra y aunque sufrieron los duros tiempos de la posguerra tampoco volvieron del frente y se encontraron un país destrozado. Sus primeros recuerdos de infancia son ya de años posteriores a la guerra. Hablan de recuerdo felices se rien. Pero creo que exageran la realidad, mis abuelos que si vivieron la guerra preferían no hablar de aquello, ni hablar de los duros años de posguerra, porque ellos si que lo vivieron y supieron que aquello no fue broma, preferían no rememorar malos recuerdos que la nostalgia no consguio cambiar. En cambio los que ahora salen al fresco cuentan que en tal casa, o el vecino, al que te preguntan que si llegaste a conocer, cuando saben bien que murió antes que Franco, paso más hambre que el perro de un ciego. Hablan de familias enormes, mas que numerosas, en las que si alguno se descuidaba no comia. Otro tenia un burro o mula que no valia una perra gorda, El dia que alguno de los parroquianos falta se raja de él, aprovechando el momento de poder decir lo que se piensa pero no se atreven a decir en la cara.

También hablan de las duras tareas del campo, y hablan con nostalgia. Los meteorólogos y los ecologistas todo el dia hablando del cambio climatico y nuestros entrañables mayores lo niegan, diciendo que mas calor que hacía en días de siega no hace ahora. Hablan de días interminables, es por aquí por donde se deja entrever que la nostalgia les ciega: Hablan de días eternos pero los días duran lo mismo ahora que entonces, la cuestión es que eran trabajos tan duros y pesados que daba la sensación de que el tiempo no pasaba, pero pasaba igual que ahora, y que pasará en el futuro. Así que dejando de hablar del antes y pasando a hablar del después bienvenidos sean los tomates de invernadero que no tienen gusto a nada pero que no cuestan sangre ni sudor, la cerveza fresquita con solo pedírsela al camarero o comprada en el hipermercado, fresquito también con aire acondicionado. Igual que la cerveza el pan no será autentico, pero a la moderna cosechadora no le duelen los riñones por trabajar 24 horas, ni se queja. Todos hablan de que eran tan duros, hombres hechos y derechos por las duras tareas, pero en cuanto podían se buscaban un trabajo mejor.

Pero yo cuando veo una foto de aquellos años pienso que alguien miente, y como vale mas una imagen que mil palabras creo en la foto: Veo gente pobre, con unos dientes imposibles, niños con jerséis raidos que mas que calentar dan frio y además les obligaban a ir en pantalón corto. Jóvenes que simulan una sonrisa, que no encaja con el traje del hermano mayor que le viene pequeño, la mula si la había en la casa. Unas mujeres feas feas que dan de todo menos morbo. Y por ultimo el paisaje, suelos sin pavimentar, paredes encaladas y tejados ruinosos, yo no veo felicidad por ningún lado, para colmo al ser todas las fotos en blanco y negro te da la sensación de que en realidad en aquellos tiempos a Dios se lo olvido de dar luz al mundo y la gente también veía en blanco y negro. Ya por terminar de rajar del antes: Los payasos de la tele –Como están ustedes- -pues mal, no lo ves- que pasan hambre, que la ropa es vieja, que no hay de nada solo hambre y tristeza.