lunes, 27 de septiembre de 2010

Las joyas de la corona: Azul

Casi se ha acabado el año, 2010, hace ya diez años que acabó el ansiado año 2000, el año en el que el futuro se hacia presente, solo por cambiar un numero en el calendario, que cosas mas tontas. Ha llegado el futuro y aunque parezca que no, las computadoras ya dominan al hombre en cierta forma, ordenadores, moviles, la televisión... La tecnología ha avanzado, pero no lo suficiente para que los coches vuelen como nos vendían en las películas futuristas. Todo el mundo salio loco por un tiempo con el dichoso efecto 2000 y al final no paso nada, o casi pues mi antiguo ordenador, un Olivetti 3.86 paso del 31 de diciembre de 1999 al 1 de Enero de 1984, pero no borro ni un archivo ni se alió con la tostadora para dominar el mundo, más que nada porque no teníamos tostadora.

En casa recibimos el año 2000 con ilusión, mi hermano se consiguió el carne de conducir antes de navidad y estaba mirando coches para comprar. Desde que tuvo uso de razón solo quería un coche: un Volkswagen Golf, llevaba toda la vida ahorrando para compraraselo e iva a cumplir su sueño. El coche en cuestión tiene tantos admiradores como detractores, todos con razones de peso: calidad o sobreprecio. Yo soy defensor, pero también entiendo que haya quien pensando en el coche solo como medio de transporte prefiera un Seat León que es casi igual por menos precio.
Una vez visitados unos cuantos concesionarios eligió una oferta, que resulto ser la peor. En lo que esperamos la entrega del coche mi vida dio un cambio radical, de la ilusión a la tristeza. seis meses eternos de impaciencia, hundimiento del rendimiento académico, varios deslices alcohólicos de aquellos que te arrepientes nada mas levantarte al día siguiente, y como no muerte de seres queridos. Se tomaron con calma la fabricación del coche, cada llamada al concesionario era un nuevo retraso. Tanto esperar para que al final el coche no estuviese, le vendieron uno igual pero en otro color. Pero por lo menos tenia el coche deseado aunque no fuese negro sino azul antracita.

Llego por fin el día deseado y gracias al poco tacto que tiene padre me obligo a pringar en la obra de casa, en lugar de ir al momento mas deseado por todo comprador de coche, sacarlo del concesionario. Momento mágico pues es posiblemente la única vez que el coche estará perfecto y no te importa tanto pagar por llevártelo de allí. Fue llegar el coche y cambiar un poco la suerte, pues aquella misma tarde fui de comida para celebrar la mayoría de edad de varios amigos y conseguí no meter la pata con la bebida. Aquella noche la frase mas escuchada en torno al coche hacia referencia a la iluminacion interior, azul en combinacion con rojo, muy bonita -azul ¡que original!-. Supongo que fue un gran verano para mi hermano con coche nuevo, ahora todo el mundo se compra nuevo nada mas sacarse el carne de conducir pero hace diez años no todos. Seguramente con la excusa del coche nuevo podía haber dado algún paseo a alguna chica en el "coche de mi hermano", pero debido a mis excesos alcohólicos del periodo de espera creí que era mejor no tentar a la suerte, a la mala suerte.

Pasó el tiempo, llego mi hora de conducir y en casa decidieron que para mi seria mejor quedarme el Golf y mi hermano otro nuevo, no me vino mal pues yo hasta me hubiese conformado con el Peugeot 205 que me vendía un colega de la universidad por menos de mil euros. Yo por tanto no saque el coche del concesionario, sino del garaje y con rascazo en un pilar, no se enfadaron mucho pues el coche ya era mio podía ir con el como quisiese, dentro de los limites legales. Podría haber vacilado de coche pero se me quitaron pronto las ganas, pues la primera noche que lo saque de fiesta -alguien que te quiere mal-, palabras textuales del señor de la Michelin, me rajo una rueda. No se quien fue pero me hubiera gustado saberlo, supongo que alguien doblemente cobarde: primero por atacar al coche en lugar de al dueño, segundo porque supongo que a quien le tenia envidia era a mi hermano no a mi que nunca he sido un chulillo, el cobarde rajaruedas solo se atrevió cuando a mi hermano ya le daba un poco igual el coche pues tenia otro mejor. De nuevo podía haber utilizado el coche para ligar, pero no lo hice, alguien que me quiere bien me aviso de que había que andar con cuidado con aquellas chicas que te buscan solo por coche, no se si lo hizo por darme un consejo o para que lo le tirase los tejos a alguna chica en especial, ya he escrito alguna vez que descubrir los pensamiento reales de la gente no es mi especialidad. Ahora con el paso del tiempo le agradezco el consejo pues creo que llevaba razón y conocía mi carácter.

Después le toco el turno a mi hermana y claro le toco aprender con el Golf, mi hermana lo ha utilizado más que yo, sobre todo para ir a clase. Al principio quiso, como cualquier chica llenar el cohe de peluches y demas cosas, pero dado mi caracter abierto a negociar me nege rotundamente, no me gustan nada esos coches que van llenos de cosas por dentro, soy fiel seguidor de la sobriedad decorativa, lo unico que puede decorar el coche es el playmobil guitarrista que puse nada mas sacarme el carne. La triste excusa que puse es que en caso de accidente es mejor que no haya objetos sueltos por el habitaculo del coche, tambien como buen gruñon le dije: -cuando tengas un coche propio le pones lo que quieras- todo un ejemplo de tolerancia.

El coche lo hemos cuidado todo lo que hemos podido, pues siempre hay días que se llega tarde o se esta de mal humor y lo paga el coche. Queda claro que el coche no esta igual que el primer día pues los tres hermanos hemos aprendido a conducir con el, pero para tener 10 años todavía se mantiene en forma, y aun da gusto irse de curvas para jugar al golf. Por desgracia siempre que se cuece algún incidente se los lleva todos él: tontos que se asaltan cedas el paso, taxistas que no frenan en rojo, repartidores que quieren buscar fugas de aceite en los bajos, bordillos que la semana pasada no estaban, y el peor de todos una red de concesionarios estafadores que se creen por encima del resto de mortales.

Con diez años habrá que pensar en comprar otro, pero nunca en cambiarlo, espero que aunque llegue un día que no se pueda utilizar en el día a día si que pueda seguir en casa. Ha sido con él con quien hemos viajado tanto, a tantos sitios, nos hemos cabreado tanto cuando algún listillo se imponía en su camino, nos hemos enfadado con él cuando no iba todo lo bien que queríamos, cuando se averiaba, también hemos aprendido algo de mecánica gracias a estas averías y también nos hemos alegrado cuando después de cada averia ha vuelto por sus fueros a darnos satisfacciones, puede pensar el lector que estoy hablando de un coche como si fuese una persona, pero es que es como uno más de la familia y no nos gustaría desprendernos de él, pues en infinidad de ocasiones he oido a amantes del automovil lamentarse porque llego el momento de vender el coche, su primer coche.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El sombrero

Ya dedique otra entrada a la republicana, como no dedicarle al mejor de mis artículos definitorios, el sombrero, que ni es de copa ni bombín ni nada: es mi sombrero, así sin más. La idea del sombrero es muy sencilla: es una copia de Slash de los Guns and Roses, todo un mito del rock de finales de los 80. Mi admirado Iñaki "Uoho" de Platero y tu también utilizaba sombrero, ahora no lo se porque hace unos cuantos años que no lo veo en directo. Hasta Loquillo le de dedica una canción a un viejo sombrero. Puestos a pedir hasta Sabina se pone un bombín

Mi primer intento de sombrero fue en una fiesta de fin de curso del instituto, pero después de ir a dos o tres tiendas de los veinte duros no encontré ninguno, no pudo ser. Se me fue un poco la idea de la cabeza, hasta que en la Nochevieja del año 2000 al ir a comprar cuatro cosillas para el cotillón en el kiosko-papeleria del pueblo vi un sombrero negro de plástico malo, pero malo malo, sin dudarlo lo compre. Aquella noche no se dio cuenta mucha gente, hubo hasta quien no le hizo mucha gracia y me lo tiro al suelo, pero el primer paso ya estaba dado. Cuando llegaron las fiestas siguientes volví a sacar el sombrero, la gente ya se fue dando cuento que aquello no iva a ser flor de un día. Pero aquel sombrero de plástico tenía poco futuro, pues cada vez que alguien lo cogía se doblaba y daba la sensación de que se iba a romper, pero no encontraba otro. Estuve aun con el primer sombrero otro año, hasta que en las fiestas siguientes quedo hecho polvo, fue inevitable buscar otro. Por suerte ya había encontrado donde comprarlo: una tienda de disfraces, donde poder comprar otro mejor. Por desgracia el que compre era igual al anterior en forma, no de material, yo lo hubiese querido con la copa un poco mas alta, pero no pudo ser. No es que sea un sombrero para lucir, pero ya no es el primero de plástico malo.

El sombrero se pasa todo el año, guardado, solo lo saco en Nochevieja, en la cabalgata y las vaquillas de las fiestas del pueblo. Cuando comencé a ponérmelo estas eran las únicas fiestas dignas de sacarlo, pero con el pasar de los años han llegado las bodas de amigos y familiares, y cuando la cosa se anima es hora de sacarlo. También lo he llevado a alguna despedida, pero ahora me da algo de miedo que alguno a quien no le haga gracia acabe con él o que sea yo quien lo pierda. Así cuando la gente me ve aparecer con el sombrero es porque yo espero que la fiesta sea de las buenas a recordar.

El sombrero da bastante juego cuando se esta de fiesta, siempre hay quien te lo pide, hay que estar atento a que nadie se lo quede, también es un sinónimo de amistad o aprecio hacia alguien, a quien no me cae bien no lo dejo ni que lo toque, en cambiao se lo ofrezco amigablemente a quien me cae bien o aprecio, eso si siempre con la frase: -es de Huelva- o -mis piojos quieren volver a mi cabeza-. Con el sombrero se puede hasta ligar, si supiera claro, pues siempre hay alguna chica que no conocía a ese personaje del fondo del bar con un sombrero y una copa en la mano. La mayoría de la gente que no conoce el mundillo del rock ni sus mitos o estética me llama Tamariz, por el mago, cuando en realidad yo a quien quisiese parecerme es a Slash o al Uoho, así que junto al sombrero siempre hay quien quiere que le haga algún truco o que le toque el violín imaginario. Los que de verdad conocen los orígenes prefieren que les toque la guitarra imaginaria.

Ahora que han pasado ya tantos años de sombrero me da miedo, igual que con la bandera, a quedarme como el tonto del sombrero, pero es que tiene su publico y la gente me recrimina si no lo saco, no se puede contentar a todo el mundo.

Sueños

Ultima lección del curso, principios de Junio, un calor soporífero en el aula, al abrir las ventanas para que corra el aire solo se oyen ruidos que anticipan las vacaciones, libertad para tres meses, reduciéndose aun más la nula capacidad de atención. Don José Luis trata de explicar "La vida es sueño" de Calderón de la Barca. Como aquel día no preste atención esta obra clásica de la literatura casi no existe para mi.

Soñar y los sueños, cada persona tiene los suyos propios. Cientos de libros tratan de interpretarlos y otros tantos psicólogos, psiquiatras y demás tratan de explicarlos, previo paso por caja. Es una sensacional tan rara la de soñar: estar consciente en la inconsciencia. No se que extraño mecanismo neuronal los hace posible, seguro que para tratar de explicarlos habría que preguntarle a Punset, una persona con un cerebro mayor que el resto de humanos, supongo, pues para eso lleva ese pelo. Dentro de los sueños pueden entrar los delirios que se tienen cuando uno esta enfermo, sueños extraños y cosas que no concuerdan con la realidad, yo cuando estoy enfermo normalmente veo como la cama de al lada se va alejando y en lugar de hacerse más pequeña va creciendo y creciendo. Otro delirio es soñar con un espacio infinito y eb blanco con cosas enormes, así como bolas blancas que si las tocas esta duras y blandas a la vez.

Una posible forma de clasificar los sueños es sencilla, buenos y malos, pesadillas. Yo de los buenos no tengo muchos, a parte de los eróticos que supongo que tiene todo el mundo y que se acaban en lo mejor cuando suena el despertador o te llama alguien. Dentro de los buenos el sueño que mas se repito es el de conducir, vaya una novedad. Aunque siempre sueño que conduzco aquello que no puedo conducir, cuando no tenia carnet de coche soñaba que conducía coches, ahora que me gustaría tener carnet de camión sueño que conduzco camiones.

Como este es un blog de tristezas y miserias voy a explayarme mas en las pesadillas, no es que tenga mas o menos pesadillas que sueños buenos. La pesadilla que mas tengo es esa en la que por mucho que lo intentas no puedes correr, las piernas te fallan, o el coche no arranca, tampoco puedes gritar porque no tienes voz, imaginas que viene alguien a por ti, pero yo aun no he visto a nadie venir a por mi en este tipo de pesadillas. Hay quien dice que estas pesadillas se deben a cenar mucho, puede ser. Los anuncios de cereales para no engordar dicen que cenar mucho hace que te levantes de mal humor, es imposible levantarse de buen humor y menos con hambre por haber cenado cuatro cereales.

De pequeño mi mayor pesadilla era que me separaban de mi familia, me quedaba solo en el mundo, en estos sueños me encontraba en una casa en ruinas, que no era mi casa, era una casa extraña, el cielo nublado, hacia frio y además la ropa me venia pequeña, estas pesadillas acababan siempre igual, me iba a la cama de mis padres. Ahora las pesadillas que tengo son que se me cae la moto y se araña, o se rompe, que me roban el coche, este tipo de pesadillas tienen un final parecido, acabo en el garaje dando una vuelta alrededor de ambos vehículos para ver que están bien.

Que esta entrada este dedicada a los sueños se debe a que este verano he tenido la peor de todas las pesadillas que recuerdo, lo malo del asunto es que se ha repetido. Es una pesadilla angustiosas y que te deja unos días pensativo: he soñado que estaba enterrado, en un espacio reducido y todo oscuro, empujando contra lo que tengo en justo delante sin saber si estoy de pie o tumbado, solo que no se ve nada y por mucha fuerza que hago no se mueve lo que tengo delante. La primera vez me desperté gritando, pero lo mas raro es que en lugar de estar tumbado en la cama estaba agachado empujando la mesita de noche, como si fuese la tapa de un ataúd. Después de pasar unos días mosqueadillo se me fue pasando, pero volví a soñar algo parecido. En la segunda pesadilla la caja o el espacio en el que me encontraba era mayor, tenia mayor libertad de movimiento, la sensacion fue de tocar algo metálico. Aun sin saber si estaba despierto o durmiendo palpe en la oscuridad toda la habitación hasta llegar al interruptor de la luz. No se cual sera le significado de este sueño pero asustar, asusta.

Otro tipo de sueños a parte de los buenos y pesadillas son los sueños premonitorios, no es que yo sueñe con la combinacion del gordo de Navidad, pero si que he soñado varias veces con aspectos o detalles, sobre todo de gente, que en el contacto directo no me había fijado y a partir del sueño me he ido dando cuenta. Sueño con alguien y al poco tiempo veo los detalles que veía tan claramente en el sueño pero que yo no me había dado cuenta, aunque creo que esto también es un poco interpretación libre del sueño, sobre todo con gente a la que el sueño me hizo ver que no debía hacerle mucho caso pero yo insistí, al final llegue a la conclusión que predijo el sueño. Esto supongo que me pasa porque carezco por completo de la capacidad de análisis rápido de los diferentes caracteres de las personas.

Otra forma de soñar es soñar despierto, pero en un libro leí que esto no era muy bueno pues se tiende a idealizar aquello que se quiere, haciendo que el inconsciente piense que es mas difícil de lo que en realidad es. Luego al volver a la triste realidad nos creemos que aun queda mucho hasta llegar a la meta soñada y nos desanimamos, el cuento de la lechera mas o menos