martes, 6 de octubre de 2009

Vuelta a la rutina

La mayoría de la gente vuelve a la rutina en las primeras semanas de Septiembre, los de Alfafar cuando acaban sus fiestas, como los de Sedaví, el pueblo donde vivo y el de al lado. Los de Albacete capital vuelven cuando acaba la Feria. Aquellos que tienen que vendimiar, cuando acaba la faena, cada vez mucha menos gente. Luego están los que celebran San Mateo o San Miguel, y los últimos serían los de Zaragoza, pero estos tienen un mes de Septiembre más relajado. En mi pueblo entre Feria, vendimia y fiestas no hay forma de llegar a la rutina. A parte estamos los que vivimos entre el pueblo y Valencia, con un poco de suerte enganchamos las fiestas con el día 9 de Octubre y la fiesta del Pilar. Así que cuando hay gente que ya lleva mas de un mes de tranquilidad nosotros no paramos. Y mas en mi casa cuidando de mis tías. Hubo un año que el primer día que pudimos cenar todos juntos fue después del 1 de Noviembre.

Es por tanto Septiembre y principio de Octubre cuando en mi casa llevamos al máximo exponente el ir y venir sin parar. Puedes dormir el Alfafar, desayunar en Picassent, comer rápido en Valdeganga para cambiarte e ir a la vendimia y terminar el día en la Feria de Albacete a la misma hora que te levantaste y con alguna copa de más.

Normalmente empiezo Septiembre con los examenes, que por estadística suelen ser los peores del año. Además tengo el mal presentimiento de que voy a tener que estar estudiando toda la vida, no veo que vaya a estar algún día completamente libre del mundo académico. Como todavía hace calor seguimos en el chalet, pero hay que ir con mas asiduidad a por cosas al piso de Alfafar. También como queda poco para volver de forma permanente al piso hay que dejar el chalet medio decente, yo siempre pienso en el patio, por que las perras destrozan todo lo que pueden. Es normal, todo el día sin hacer nada pues a mordisquear cualquier novedad que encuentran. Este año no ha sido una excepción y hasta se han adelantado. Tenía el patio limpio, como sobraba tiempo me puse a fregar la moto. Al terminar no recordé donde deje las gafas, después de haber jugado con la perra y la manguera seria cosa imposible encontrarlas, hasta que por casualidad miré por uno de los rincones a donde le gusta mordisquear las cosas: allí estaban las pobres gafas dobladas y arañadas, lastima de gafas. Y lastima de limpieza de la moto porque a la siguiente vez que me dí una vuelta se puso a llover y esta que da pena.

Después de los examenes y según el tiempo pueden darse dos opciones, que se adelante la vendimia o no. Si hay suerte no se adelanta. Esto supone ir a la Feria, de pequeño ir a la Feria era una alegría. Aunque solo fuese un día, aunque me pasase todo el día andando de un lado a otro, haciendo cola para un bocadillo, para unas gambas en el puesto del Seyca, otra cola enorme para los Miguelitos de la Roda, otra cola para el chocolate Amalia, cola para ver las navajas, cola para ir al baño, cola para montar en una atración, todo daba igual porque mi madre siempre sacaba un momento para despistar a mi padre y comprarme algun juguete. Casi siempre compraba un camión o un coche, la única exigencia era que su tamaño no excediese el bolso de mi madre, para que no se enterase mi padre.

Conforme fui o he ido creciendo en lugar de hacer colas para tantas cosas las he reducido a dos, pedir cubatas e ir al baño. Me gusta mucho el ambiente de la Feria, ahora tolero mejor el mogollón de gente. En los últimos años se ha puesto de moda ir por la tarde a los "mojitos". Yo no he ido nunca, algún día puede que vaya, por ahora prefiero la noche. El ambiente es muy bueno, casi siempre voy solo el fin de semana y esta todo de bote en bote. Me gusta tanto el ambiente que no me importa tener que conducir y no tomar ni gota de alcohol. Como no es ni muy grande ni muy pequeño cada gente se va a su ambiente y así no hay muchos problemas, ni tampoco mucho agobio, pero a la vez como no es muy grande no hace falta mucha gente y con poquitos ya se ve ambiente. Muchas son las fiestas que he disfrutado en la Feria, algunas frases que nos marcaron al grupo de amigos salieron de noches de Feria. Aunque las noches duran, casi siempre se hace de día.

Si el tiempo no acompaña, no la lluvia si no el clima del año en particular ,puede darse el caso de que nada mas llegar de la Feria te toque cambiarte para ir a la vendimia, son días duros muy duros. Alguna que otra vez he oído eso de -con lo que te gusta beber y lo poco que te gusta vendimiar, si el vino sale de la uva-. Con los años he llegado a la conclusión que la generación de mi padre nos tienen cierta manía: Ellos no podían ir tanto a la Feria porque cuando eran jóvenes no había casi coches, además tenían que vendimiar de un modo mucho más duro, en la casa en la que no había tractor era un suplicio, y en la que había tenían que vendimiar mucho porque para eso estaban mecanizados

Una vez pasada la Feria llega la vendimia pura. Esta puede ser un infierno o un trabajo entretenido, solo dos años fue trabajo entretenido: los años que mi padre arranco las viñas y ayude al vecino. Iba con un primo y nos abastecía bien de vino y comida aun cuando llevábamos la nuestra, pero lo mejor es que poco después de las seis ya estábamos de camino a casa. En cambio la vendimia infernal es aquella que se guia no por la hora sino por el sol, se empieza con la primera luz del sol y se acaba con la última, después de dos años tranquilos se lo que se atragantan esas dos horas y pico que hay desde las seis hasta que el sol se pone. Este tipo de vendimia la llevaban a cabo en casa de mi tío Ruperto, una de sus frases se me quedo marcada un día de vendimia -No te agaches que eso es de cobardes y de toreros malos-. Como ya estoy acostumbrado a la vendimia infernal este año no ha supuesto ningún problema, menos mal que mi padre entro en razón y decidió que el ultimo tramo lo vendimiase una maquina. En dos horas hizo lo que nosotros en cinco días, no hay dinero para pagar eso. Aunque la maquina esta bien lo mejor de la modernizacion de la agricultura es llevar radio, la música o la conversación hace todo mas ameno y entretenido, hasta tal punto que este año fui un día completo yo solo y no he perdido mucho la cabeza, aunque casi acabo hablando con las tijeras.

Cada año la vendimia acaba antes, así que las Fiestas del pueblo ya no acaban como la Feria de Albacete: con las tijeras en la mano. Siempre he dicho que las fiestas de mi pueblo las pusieron a lo burro: se celebran coincidiendo con uno de los trabajos mas pesados del campo. En Requena por ejemplo primero celebran la fiestas y luego vendimian. Otra cosa por la que son unos burros es porque casi nunca coinciden con el día de la patrona, el siete de Octubre ,queda siempre fuera, se celebran el primer fin de semana de Octubre. Yo preferiría que se celebrasen después, para aprovechar las fiestas del nueve y doce, pero no puede ser.

Las fiestas del pueblo no son ni mejor ni peor que las de otros pueblos: La gente limpia y pinta sus casas; se compran ropa para lucir sus mejores galas; el ayuntamiento adecenta un poco el pueblo; pone cuatro bombillas y banderitas. En el pregón el alcalde dice lo bien que va todo, la oposición se queja, el cura pide mas para la patrona, siempre con vocecita de corderito. Los viejos dicen que antes era mejor; la reina y las damas sonríen pero todas están celosas de la reina y esta tiene miedo de sus rivales; los chulitos se repeinan un poco más; los pendencieros están deseando que algún forastero le diga algo a su novia o hermana para pelearse, el forastero avispado consigue ligar una chica y no una ostia; a los viejos salidos se les cae la baba viendo a las chicas de la verbena, los salidos jóvenes le pegan cuatro voces a las chicas de la orquesta; los toreros de barra de bar increpan a los jóvenes novilleros, que no tienen abuela y solo con hacer un pase decente ya se vienen arriba, aun cuando haya matado al novillo el sargento de la guardia civil de un tiro; los picadores pican en exceso al toro y sufren la ira del respetable publico, que esta mas pendiente de la bota de vino que de la corrida; las vaquillas son una mierda pero siempre hay alguien que "se deja coger". Por último y no más importante mis amigos y yo hacemos el gamba en la cabalgata y si alguien se queja le tiramos un petardo o le mandamos a la mierda directamente.

La única diferencia de las fiestas de mi pueblo con cualquier otro es que todo esta muy junto, en cinco días hacemos lo que otros entre dos fines de semana: Chupinazo, presentación y pregón, orquesta y borrachera el Viernes, desde las ocho hasta que el cuerpo aguanta. El Sábado por la mañana no se lo que se hace porque estoy roncando. Comida preparación de la carroza, cinco o seis euro por cabeza para bebida; damos un poco la nota en la cabalgata, celebración post-cabalgata. Nos vamos de cena y a seguir bebiendo, de nuevo hasta que el cuerpo aguanta. El Domingo comida familiar, a la que tengo el gusto de no asistir nunca; los toros a los que tampoco voy, fiesta post-toros, cena y a beber en la verbena. El Lunes preparación de la comida y vaquillas, cinco o seis euros de bebida. Dar la nota en las vaquillas como si se tratase de la cabalgata, pero de forma estática, fiesta post-vaquillas, por la noche verbena. El martes igual que el lunes pero sin vaquillas, normalmente el martes ya estoy retirado recuperando el cuerpo.

Todos los años antes de salir en Fiestas hago un presupuesto frio y calculado, el viernes después de las dos esta hecho añicos, -te debo un cubata-, -esta ronda la pago yo-. El presupuesto no llega ni al domingo. Llega por fin la rutina y entoces añoramos el vaivén de tanto viaje y tanta fiesta, ¿Cuando es el siguiente puente?

1 comentario:

  1. A mi la vuelta a la rutina no me resulta nada agradable y este año si que me ha costado y me esta costando porque este año tanto en el verano como en las fiestas del pueblo he disfrutado como hacia tiempo que no disfrutaba.
    Bueno Pascu te animo a que sigas escribiendo porque me encanta leer lo que escribes.Un saludo.PEDRO CUESTA

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