lunes, 6 de julio de 2009

El Día del Magno

Por fin se acerca el final de los examenes y con ello el Día del Magno. Ese día lo mas próximo posible al día que vuelva a salir de farra que emborracho en soledad. Seguramente cualquiera que lea esto pensará que soy un friqui o un alcohólico, puede que ambas cosas. Pero lo que soy es hombre prevenido y lo voy a explicar.

La explicación es bastante sencilla: emborracharme sin nadie cerca para que los malos pensamientos e ideas acumulados durante el periodo de estudio salgan de mi cabeza. Cuando paso tanto tiempo sin salir y beber cuando empiezo de nuevo lo normal es perder la cabeza, hacer y decir barbaridades. En la soledad del borracho te vienen a la cabeza cosas que no nunca dirias en condiciones normales, si estuviera por ahi las cascaria y quedaria como el culo, asi las piensas pero nadie se entera, desaparecen de la cabeza, no solo ocurre con los pensamientos tambien con las acciones. Con el día del Magno estas cosas pasan sin que casi nadie se entere y sin dar la nota. Es una especie de falla o hoguera donde se queman las cosas malas, pero de la cabeza. También sirve para hacer un poco de estomago, asi no te ocurre que despues de tanto tiempo bebes dos tragos y se te pone un alegria que en poco tiempo degenera.

Otra función es la resaca en si misma, solo si coincide este día con la víspera del día de vuelta al pueblo. Una buena resaca te hace olvidar todo, todo te da igual, pasas de todo. De resaca se te van las ganas de beber, así que el primer día no haces tonterías. La experiencia me dice que si llevas muchas semanas sin salir, o meses, el cuerpo inconscientemente se vuelve hiperactivo, tienes ganas de notoriedad. Si a esto le añades un poco de alcohol el resultado es un mezcla explosiva. La resaca y su natural estado de apatía te convierten en una balsa de aceite. Puede que la solución mas sencilla fuese no estar tanto tiempo sin salir, pero yo es que soy algo extremista.

El origen de este día se remonta al año que tuve que preparar la Selectividad. Los fines de semana previos todos los viernes me bebía una piedra de whiski, o con un poco de agua. me iba a dormir en un estado de embriaguez que me hacia olvidar el nerviosismo típico de esta prueba. Cogía unas tortas instantáneas solo con darle dos tragos al vaso. Dormía como un tronco, el sábado con resaca y el domingo fresco otra vez para continuar el estudio con fuerzas renovadas.

En el año 2002 no pude celebrar el Día del Magno y luego acabe por arrepentirme. Aquel año iba bastante mal y termine por empeorarlo. Los errores no hay que olvidarlos, para que no se repitan, pero tampoco me voy a poner ahora a hacer sangre. El año pasado tampoco lo pude celebrar, pero porque me cambiaron los planes de forma repentina: me invitaron a la inauguración de un almacén de distribución de bebida. Si me hubiesen avisado con algun dia de antelación me podría haber improvisado algo, pero no, fue cuestion de minutos. El día empezó mal con un accidente de trafico algo extraño: íbamos mi hermano y yo en su descapotable cuando pasamos por encima de una catenaria caída que destrozo todos los parachoques y bajos del coche. Se nos puso mal cuerpo y al llegar a la inauguración solo terminamos de empeorarlo. Hice y dije muchas tonterías pero lo que peor me sentó fue la mala imagen de mi mismo que di, pero es que no me dieron tiempo de prepararme para semejante ingesta de alcohol.

Otros años que si he celebrado este día las cosas han ido mejor, con el tiempo he ido perfeccionando algo la técnica. He comprobado que lo mejor para una torta gorda y rapida es beber algo que no me guste mucho, para coger un cogorza de las malas para que salga fuera todo lo malo. En 2004 bebí una bebida impronunciable que trajo mi hermano de la República Checa de un viaje. Se lo pedí expresamente aludiendo que era por probarla, el resultado fue muy bueno porque aquello estaba asqueroso. En 2005 llego el año cumbre, cuando hice un potingue estomacal digno de contar. Calenté con un poco de whisky Peche y luego me bebí casi un botella de Magno, porque un poco de Magno es poco, de ahi el nombre del dia. Pille tal ciego que hice muchas tonterías, pero como estaba solo casi nadie se dio cuenta.

En otra ocasión me bebí tantas cervezas en una colchoneta en la piscina que casi no pude salir, al final me tuve que mojar, como se movía todo: la colchoneta, el agua y las escaleras. El primer año que tuve la moto meti un poco la pata, porque al día siguiente fui a comprarme un casco. Hasta unos días después no pude saber si me quedaba bien porque cuando me lo probé en la tienda no tenia la cabeza para estas cosas y no me entere de lo que me dijo la dependienta. Al final el casco me queda bien, pero de milagro. Este año acabe con las existencias familiares de Martini, que tampoco me gusta. Para colmo me tuve que ir de resaca al pueblo en moto. Aunque con la concentración algo se me fue la resaca no es recomendable.

Veremos que excusas pongo este año para poder escaquearme y quedarme solo. Hay que añadir la complicacion de las nuevas tecnologías que impiden la soledad completa. Puede que si tengo internet cerca tenga que editar el blog al día siguiente para borrar las barbaridades, o que alguien del Facebook sufra mis delirios alcohólicos. Ya buscare la forma de aislarme lo máximo posible.

Ardo en deseos de llegar al armario de las bebidas y ver que toca este año, pero hasta ese día ni mirar que pierde la emoción.

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