martes, 6 de septiembre de 2011

Antes y despues

Otra vez pensando sobre que escribir mientras escucho musica, una cancion de Hamlet y de nuevo salta la chispa creativa, por suerte cerca un folio y un boligrafo.


Dias de verano en el pueblo, por la noche se sale al fresco, los pajaros las ratas del aire. La primera noche interrogatorio por parte de los mas viejos del lugar, no es que sean muy viejos, es que no hay jóvenes. Saludo inicial –hola- y la sabida respuesta –adios- viejos cabrones. Que te cuentas, que has hecho mientras no has estado por aquí, -pero si solo hace dos fines de semana que no vengo-. Los primeros días lo vas soportando, pero a partir de la segunda semana que ves que las historias se repiten año a año la cosa se va volviendo insoportable. Es como cuando te toca repetir asignatura con el mismo profesor, a la tercera clase te das cuenta de que lo que parecían bromas espontaneas en realidad siguen un guion estudiado a base de repetir años y años. Personalmente losmas viejos del lugar me transmiten la sensación de que lo de ahora no vale, no es igual, solo por que el recuerdo nos hace olvidar lo malo, todo era mucho mejor antes, donde va a parar es una coletilla que no debe faltar.

El tema estrella de esta temporada y también de las anteriores: la crisis. Según este el día es una ruina o no es nada: -Yo no se a donde vamos a ir a parar- o –esto no es nada en comparación con los tiempos del hambre-. Aunque este año también ha habido caña para el Papa y la Iglesia, la empresa mas antigua del mundo, con mas de mil setecientos años de dominio, a su lado Bill Gates y Steve Jobs son unos simples aprendices.



Volviendo a los tiempos del hambre, los viejos de ahora ya no son los de hace unos años, los que ahora se jubilan ya nacieron todos después de la guerra y aunque sufrieron los duros tiempos de la posguerra tampoco volvieron del frente y se encontraron un país destrozado. Sus primeros recuerdos de infancia son ya de años posteriores a la guerra. Hablan de recuerdo felices se rien. Pero creo que exageran la realidad, mis abuelos que si vivieron la guerra preferían no hablar de aquello, ni hablar de los duros años de posguerra, porque ellos si que lo vivieron y supieron que aquello no fue broma, preferían no rememorar malos recuerdos que la nostalgia no consguio cambiar. En cambio los que ahora salen al fresco cuentan que en tal casa, o el vecino, al que te preguntan que si llegaste a conocer, cuando saben bien que murió antes que Franco, paso más hambre que el perro de un ciego. Hablan de familias enormes, mas que numerosas, en las que si alguno se descuidaba no comia. Otro tenia un burro o mula que no valia una perra gorda, El dia que alguno de los parroquianos falta se raja de él, aprovechando el momento de poder decir lo que se piensa pero no se atreven a decir en la cara.

También hablan de las duras tareas del campo, y hablan con nostalgia. Los meteorólogos y los ecologistas todo el dia hablando del cambio climatico y nuestros entrañables mayores lo niegan, diciendo que mas calor que hacía en días de siega no hace ahora. Hablan de días interminables, es por aquí por donde se deja entrever que la nostalgia les ciega: Hablan de días eternos pero los días duran lo mismo ahora que entonces, la cuestión es que eran trabajos tan duros y pesados que daba la sensación de que el tiempo no pasaba, pero pasaba igual que ahora, y que pasará en el futuro. Así que dejando de hablar del antes y pasando a hablar del después bienvenidos sean los tomates de invernadero que no tienen gusto a nada pero que no cuestan sangre ni sudor, la cerveza fresquita con solo pedírsela al camarero o comprada en el hipermercado, fresquito también con aire acondicionado. Igual que la cerveza el pan no será autentico, pero a la moderna cosechadora no le duelen los riñones por trabajar 24 horas, ni se queja. Todos hablan de que eran tan duros, hombres hechos y derechos por las duras tareas, pero en cuanto podían se buscaban un trabajo mejor.

Pero yo cuando veo una foto de aquellos años pienso que alguien miente, y como vale mas una imagen que mil palabras creo en la foto: Veo gente pobre, con unos dientes imposibles, niños con jerséis raidos que mas que calentar dan frio y además les obligaban a ir en pantalón corto. Jóvenes que simulan una sonrisa, que no encaja con el traje del hermano mayor que le viene pequeño, la mula si la había en la casa. Unas mujeres feas feas que dan de todo menos morbo. Y por ultimo el paisaje, suelos sin pavimentar, paredes encaladas y tejados ruinosos, yo no veo felicidad por ningún lado, para colmo al ser todas las fotos en blanco y negro te da la sensación de que en realidad en aquellos tiempos a Dios se lo olvido de dar luz al mundo y la gente también veía en blanco y negro. Ya por terminar de rajar del antes: Los payasos de la tele –Como están ustedes- -pues mal, no lo ves- que pasan hambre, que la ropa es vieja, que no hay de nada solo hambre y tristeza.

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