A petición de Jutxi y de Pitusin padre, también conocido como Jorge, escribiré sobre esta serie de programas de la tele que van sobre mujeres ricas o casadas con su dinero, que viven en Hollywood o donde sea, callejeros en pijilandia, casas megapijas y demás. Mi opinión es como la velocidad, según la enseñan el en instituto: es relativa. Si lo comparamos con algún documental de historia o las carreras de motociclismo en la cilindrada de 125 c.c. es un poco basura, si por contra lo comparamos con cualquiera de Telecinco dedicado en exclusiva a Belén Esteban pues no esta tan mal ver como malgastan el dinero cuatro ricachonas. Programas con los que ni siquiera se pueden comparar son El comisario o House, pero esto ya son gustos personales.
Personalmente no me gusta mucho entrar en las casas de los demás, ni por la tele, ya que soy fiel seguidor del principio: no quieras para los demás lo que no quieres para ti., por tanto, como a mi no me gusta que venga gente a mi casa pues no me gusta ver la de los demás, ni lo que hacen ni en que gastan su dinero, es suyo y pueden hacer con el lo que quieran siempre que no sea contrario a la ley y a la moral. Tampoco me gusta que salga gente no profesional en la tele porque todos tenemos la tendencia a sobreactuar cuando tenemos delante una cámara. Es como cuando te gusta una chica, cuando la tienes cerca normalmente intentas hacerte llamar un poco la atención, hace tiempo que me di cuenta que con esto solo se consigue meter la pata. El resultado de este afán de protagonismo es que en los últimos años ha aumentado el numero de ridículos televisivos, aunque muchos de sus protagonistas parece que es lo que buscan.
La cuestión que verdaderamente me molesta de este tipo de programas es que se ve a gente ociosa, malgastando el dinero, algo totalmente contrario a la moral cuando hay tanta gente que muere de hambre o que se juega la vida cruzando fronteras para buscar un trabajo por cuatro duros, aunque haciendo autocrítica no soy yo el mejor ejemplo de vida de esfuerzo y sacrificio. Pero volviendo al tema del derroche olvidando las desigualdades mundiales creo que con este tipo de programas se tiende a fijar en la mente del espectador un falso ideal de vivir a todo tren sin hacer nada mas que derrochar un dinero que parece caído del cielo, yo pienso que la tele debería fomentar otros valores. Que levante la mano el que no haya pensado al ver este tipo de programas que haría con tanto dinero.
Con la crisis económica no me parece bien que lo que se vea por la tele es gente que esta todo el día paseándose en coches deportivos, con los que Debian estar dando vueltas a un circuito o de tramo, gastando el dinero en trajes cuyo precio de venta supera con creces su coste de producción. Paseando de un lado a otro para lucirse. Yendo a fiestas de Beneficencia en las que solo el gasto en laca es superior a lo recaudado. Este tipo de vida solo se la puede permitir una minoría en España y en el mundo, los demás debemos trabajar, aunque de nuevo no soy un buen ejemplo, parezco un cura. La cuestión de fondo es que en España esta mal visto el trabajo, el ideal de todos es dar un pelotazo y vivir del cuento sin hacer nada, tumbado al sol: que te toque la lotería, encontrar a algún pardillo que te pague una pasta por las tierras heredadas de la abuela del pueblo, buscar un cónyuge adinerado, hacerse concejal de urbanismo o politicucho cualquiera o el más popular de años atrás: urbanizar el huerto del tío soltero. También se puede uno hacer periodista del fútbol, que es como una tertulia de bar pero cobrando. A parte esta hacerse famoso o entrar en el gran hermano, esto es lo más moderno.
Sigo sin saber cuanta gente más o menos esta al tanto de mis miserias en mi triste blog pero habrá alguien que haya llegado a la conclusión de que para mi la tele sirve para el adoctrinamiento de la masa social como si estuviésemos en una dictadura, solo de pensarlo me dan escalofrios. Puede que esto este pasando un poco pero en lugar de inducirnos a una determinada ideología política nos están aborregando. Seguro que es posible otra forma de hacer televisión, la 2, en la que los invitados de un programa sean invitados por su trabajo no por la persona con la que pasaron la ultima noche. Una vez le oí decir a Joaquín Sabina que cuando empezó a tener éxito le mandaban cartas de admiración y le pedían consejo para triunfar, con el tiempo las cartas cambiaban las preguntas, en lugar de buscar el éxito de una buena canción o disco buscaban la fama. Y aunque Sabina no es el mejor ejemplo de trabajo un amiguete suyo puede dar una respuesta, Serrat, le oí decir otra vez que solo aprovechaba la inspiración cuando esta trabajando, aunque yo no se como se trabaja cuando uno es cantautor.
Esta situación se ha dado siempre, este ejemplo lo copio de un profesor: El Siglo de Oro de la literatura española. La nobleza y el rey vivían a todo trapo, de fiesta en fiesta. El rey delegaba sus asuntos a algún ministrillo, en lugar de llegar las ayudas de Europa llegaba la plata y el oro de América, oro y plata que se perdía entre comisiones y funcionarios, la gente en lugar del pelearse por ser del Madrid o del Barçca se pegaban por razones de honor y el pueblo mal vivia y se entretenía viendo en el teatro a Lope de Vega o Calderon y ahora vemos a la Esteban, en unas cosas hemos mejorado y en otras vamos para atrás.
Personalmente no me gusta mucho entrar en las casas de los demás, ni por la tele, ya que soy fiel seguidor del principio: no quieras para los demás lo que no quieres para ti., por tanto, como a mi no me gusta que venga gente a mi casa pues no me gusta ver la de los demás, ni lo que hacen ni en que gastan su dinero, es suyo y pueden hacer con el lo que quieran siempre que no sea contrario a la ley y a la moral. Tampoco me gusta que salga gente no profesional en la tele porque todos tenemos la tendencia a sobreactuar cuando tenemos delante una cámara. Es como cuando te gusta una chica, cuando la tienes cerca normalmente intentas hacerte llamar un poco la atención, hace tiempo que me di cuenta que con esto solo se consigue meter la pata. El resultado de este afán de protagonismo es que en los últimos años ha aumentado el numero de ridículos televisivos, aunque muchos de sus protagonistas parece que es lo que buscan.
La cuestión que verdaderamente me molesta de este tipo de programas es que se ve a gente ociosa, malgastando el dinero, algo totalmente contrario a la moral cuando hay tanta gente que muere de hambre o que se juega la vida cruzando fronteras para buscar un trabajo por cuatro duros, aunque haciendo autocrítica no soy yo el mejor ejemplo de vida de esfuerzo y sacrificio. Pero volviendo al tema del derroche olvidando las desigualdades mundiales creo que con este tipo de programas se tiende a fijar en la mente del espectador un falso ideal de vivir a todo tren sin hacer nada mas que derrochar un dinero que parece caído del cielo, yo pienso que la tele debería fomentar otros valores. Que levante la mano el que no haya pensado al ver este tipo de programas que haría con tanto dinero.
Con la crisis económica no me parece bien que lo que se vea por la tele es gente que esta todo el día paseándose en coches deportivos, con los que Debian estar dando vueltas a un circuito o de tramo, gastando el dinero en trajes cuyo precio de venta supera con creces su coste de producción. Paseando de un lado a otro para lucirse. Yendo a fiestas de Beneficencia en las que solo el gasto en laca es superior a lo recaudado. Este tipo de vida solo se la puede permitir una minoría en España y en el mundo, los demás debemos trabajar, aunque de nuevo no soy un buen ejemplo, parezco un cura. La cuestión de fondo es que en España esta mal visto el trabajo, el ideal de todos es dar un pelotazo y vivir del cuento sin hacer nada, tumbado al sol: que te toque la lotería, encontrar a algún pardillo que te pague una pasta por las tierras heredadas de la abuela del pueblo, buscar un cónyuge adinerado, hacerse concejal de urbanismo o politicucho cualquiera o el más popular de años atrás: urbanizar el huerto del tío soltero. También se puede uno hacer periodista del fútbol, que es como una tertulia de bar pero cobrando. A parte esta hacerse famoso o entrar en el gran hermano, esto es lo más moderno.
Sigo sin saber cuanta gente más o menos esta al tanto de mis miserias en mi triste blog pero habrá alguien que haya llegado a la conclusión de que para mi la tele sirve para el adoctrinamiento de la masa social como si estuviésemos en una dictadura, solo de pensarlo me dan escalofrios. Puede que esto este pasando un poco pero en lugar de inducirnos a una determinada ideología política nos están aborregando. Seguro que es posible otra forma de hacer televisión, la 2, en la que los invitados de un programa sean invitados por su trabajo no por la persona con la que pasaron la ultima noche. Una vez le oí decir a Joaquín Sabina que cuando empezó a tener éxito le mandaban cartas de admiración y le pedían consejo para triunfar, con el tiempo las cartas cambiaban las preguntas, en lugar de buscar el éxito de una buena canción o disco buscaban la fama. Y aunque Sabina no es el mejor ejemplo de trabajo un amiguete suyo puede dar una respuesta, Serrat, le oí decir otra vez que solo aprovechaba la inspiración cuando esta trabajando, aunque yo no se como se trabaja cuando uno es cantautor.
Esta situación se ha dado siempre, este ejemplo lo copio de un profesor: El Siglo de Oro de la literatura española. La nobleza y el rey vivían a todo trapo, de fiesta en fiesta. El rey delegaba sus asuntos a algún ministrillo, en lugar de llegar las ayudas de Europa llegaba la plata y el oro de América, oro y plata que se perdía entre comisiones y funcionarios, la gente en lugar del pelearse por ser del Madrid o del Barçca se pegaban por razones de honor y el pueblo mal vivia y se entretenía viendo en el teatro a Lope de Vega o Calderon y ahora vemos a la Esteban, en unas cosas hemos mejorado y en otras vamos para atrás.
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