lunes, 26 de abril de 2010

Víctor

Por fin nació, ya se que me he retrasado un poco pero ya me expliqué. La espera desde el momento que supimos que seriamos uno más en la familia me la he tomado con calma. En una comparación absurda lo cuento: el primer coche que se compró mi hermano, el vendedor le dijo que en dos meses se lo entregarían, al final casi llegamos a siete. Las cosas buenas se hacen esperar solo hay que tener paciencia.

El nacimiento de una persona es un gran acontecimiento para cualquier familia, yo lo voy a magnificar y darle más importancia, por qué: después de años de que los acontecimientos importantes fuesen todos negativos ya nos tocaba uno positivo. Seguramente que a la gente que tengo alrededor les pasan cosas buenas y tienen vidas plenas, pero debido a mi natural desconfianza por el genero humano no me intereso mucho por la gente que hay alrededor, el grupo de gente por el que tengo afecto es reducido, esto tampoco quiere decir que desee el mal a la gente solo que no me interesa.

El lunes anterior a Semana Santa suena el telefono, por una vez es una gran noticia, ya acostumbrados a la desgracia disfrutamos más de los buenos momentos, tantas veces nos habíamos levantado con la noticia contraria, alguien que se iba. Ha nacido Víctor y esta bien, la madre también, algo cansada. La abuela como es natural dice que es guapo. Intente tomar el día con calma, pero no pude, menos mal que los profesores ponen apuntes o hay libros porque de aquel día no me enteré de nada de lo que dijeron. Por fin pasaron las horas y después de llegar cinco minutos antes del cierre del hospital lo pudimos ver. No hay palabras para describir la cara y la felicidad de mi madre y mi hermana, por un instante pensé que mi madre se caía redonda al suelo, creo que llegó al nirvana o al éxtasis, o lo que sea pero por un instante no reacciono. Una vez pasado el trance sentí una gran relajación, pues hace unos meses tuve un pesadilla muy mala, soñé que Apo abortaba así que me quite un peso de encima. Yo nada mas verlo no me pareció ni feo ni guapo, lo que sí me pareció es que transmitía una calma inmensa, una sensación de tranquilidad y de paz a todos los de alrededor. Era muy tarde y el padre estaba en casa preparándose para pasar la noche. Volvimos a Valencia sin tener que decir nada, sobraban las palabras

La siguiente vez que vi a Víctor fue Jueves Santo, estaba algo cambiado tras salir del hospital, era su primer día en casa, y aunque la casa era un hervidero de gente no me importo estar allí horas y horas, me dio igual que fuesen pesados, gente que no me cae bien, había que aguantarlo todo por volver a estar al lado de Víctor y sentir esa sensación de paz que transmite. También por ver la cara de felicidad de su padre. Al día siguiente volví, para no parecer pesado la siguiente vez que fui en lugar de llegar regalos absurdos que aun no puede utilizar mi hermana y yo le llevamos pañales, que le van a hacer falta.

Una de las visitas por parte paterna nos dio una idea para llamarlo de otra forma diferente, Pitusin que parece ser que es como llaman a los bebes por la zona de Asturias, lugar de procedencia de Jorge, el feliz padre. Así que a partir de ahora lo llamaremos Pitusin.Todo el mundo dice que se parece al padre, yo la primera vez que le vi los ojos, aun cuando no sea su color ni forma definitiva me recordó al abuelo paterno, mi tio. Pero ahora que van pasando los días cada vez le veo más el parecido con su padre, excepto los ojos.

En las fiestas pasadas del pueblo vi a un amigo, en plena fiesta y con copas de más al verlo vi un rostro que reflejaba felicidad, el chico creo que solo se bebió un par de copas, pero no necesito más, era feliz y se notaba solo con verlo. Este amigo ha conseguido la estabilidad que cualquiera podría desear: trabajo fijo, una novia que le quiere y una casa, me sentí un poco mal porque le tuve envidia, se podría decir que envidia sana pero opino que la envidia nunca es sana. Yo y creo que mucha gente que ya hemos desistido de buscar la felicidad lo hacemos de forma efímera en el alcohol, hay quien en otras sustancias. Pero en Semana Santa estando en el baño me mire al espejo y también vi la felicidad en mis ojos, lo más importante que no había tomado ni una sola copa, ni tampoco acababa de venir de dar una vuelta con la moto, solo pensé en Pitusin y la calma que transmite, no recuerdo la ultima vez que esto me paso. Volviendo al chico feliz de las fiestas yo no estoy seguro de que la felicidad que busco sea como la suya, mirando al futuro no me veo con una casa, menos aún con novia, el trabajo fijo es una odisea.

Quien haya leído la entrada sobre la paternidad dirá que estoy cambiando, es posible, pero por ahora solo he visto cosas buenas de Pitusin, porque cuando llora se lo dejamos a los padres, para que traten de callarlo. Me reafirmo en que llegará el día que empiece a dar problemas de verdad y haga sufrir a los padres y demás familiares. Ahora es muy sencillo estar con el tan quietecito en su cuna o en los brazos de su padre, ya veremos si sale trasto y luego no para, yo no tengo prisa porque empiece a hablar ni andar ni gatear

Al nacer Pitusin recordé el nacimiento de mi hermana. El primer día que fui a verla tuve durante un instante el síndrome del príncipe destronado, todo el mundo mirando y yo apartado, hasta que pensé -esta gentuza se van en un momento y ya nos quedamos la familia tranquilita-. Por desgracia pasaron unos cuantos días en los que la gente llego de forma masiva a molestar, pero por fin pude estar con ella, horas y horas mirándola en la cuna, cuando la bañaba mi madre, lo mal que ola la caca, mal mal, jugando con ella. Ahora no voy a tener tanta suerte pero me conformo con verlo de vez en cuando

4 comentarios:

  1. Ya sabes que cuando quieras calma y felicidad; Pitusin te la da...solo tienes que venir a verlo, aunque sea sin la Jutxi...por cierto, si pruebas a cogerlo en brazos te sorprenderá lo que sientes...Jam ya lo ha hecho, el primero, asi que ya sabes, Pitusin te espera...otra cosa, los pañales ya se gastaron...no te digo na (y te lo digo to)

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  2. Sin dudarlo te puedo decir que el Pitusin nos
    ha cambiado la vida , nunca he sentido tanta felicidad.Habra peores y mejores momentos ,pero parte de mi seguira el dia que yo no este , eso es lo que siento.

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  3. Sin dudarlo te puedo decir que el Pitusin nos
    ha cambiado la vida , nunca he sentido tanta felicidad.Habra peores y mejores momentos ,pero parte de mi seguira el dia que yo no este , eso es lo que siento.

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  4. La próxima vez, no traigas pañales...trae baberos...para el padre jejeje...

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