martes, 13 de abril de 2010

Breves momentos de felicidad

Tenía previsto publicar esta entrada el día 21 de marzo pero por causas de fuerza mayor le he retrasado. Ya no se puede ni mentar la felicidad ni brevemente, algo se tuerce.


Segunda entrada a propuesta de un tema de Ana Rous: momentos breves de felicidad.

El chocolate: me gusta soy un yonki del chocolate con leche extrafino de Nestle. Como mínimo me como dos tabletas a la semana, en días de resaca o que estoy solo y no me apetece nada cocinar, tampoco hay nada mejor que comer me puedo comer una tableta de una sola vez. Después de comer o de cenar como postre me gusta comerme algún cuadradito. La ventaja que tiene que vengan las tabletas divididas en cuadraditos es que se puede controlar lo que se come, no como el helado de chocolate que viene en tarrinas que si no te coges solo un poco puedes acabar comiendo mucho mas de lo necesario. Sí, tambien me gusta mucho el helado de cholcolate, que viene en tarrinas de un litro y no necesariamente tiene que ser del bueno. Una etapa de alta montaña del Tour de Francia en el caluroso mes de Julio y un poco de helado, la repera si gana un español, se les queda una cara de tontos a los franchutes. Frente al helado de verano la taza de chocolate caliente Amalia. Cuando en el pueblo empieza a hacer frio una mantita en el sofa y una taza de chocolate, ideal.

También me gustan los donuts o dots del mercadona, el kinder bueno, ferrero rocher, el kit kat y el kid del mercadona, aunque de todo esto no como mucho o casi nunca porque ya es bastante el ritmo que llevo de chocolate con leche. También cualquier postre casero con trufa que hace mi madre de vez en cuando. S, el chocolate es un sustituto barato del sexo, pero cualquiera que haya leído mis miserias en este triste blog ya sabrá. A parte del chocolate hay otros platos que me gustan pero tampoco creo que sea muy entretenido leer cual es mi dieta.

Otro momento de felicidad clásico es escuchar música. Aquellos grandes discos que forman parte de los clásicos propios de cada persona. Tantas veces escuchados que casi has olvidado los recuerdos de la temporada en la que los escuchaste por primera vez. Este tipo de discos son de compra obligatoria. Hay un cierto ritual en su escucha, a mi personalmente me gusta escucharlos en la cadena musical de casa, es recomendable subir el volumen hasta un punto anterior al que los vecinos se quejen. Abrir la caja del cd, colocarlo en la cadena y darle al botoncito que hace que se introduzca en la cadena como si fuese un circulito de chocolate. Un silencio mientras el lector reconoce el cd y darle al play, suena la música, en mi caso guitarras electricas. A la vez que suena la música es tambien recomendable mirar la caja y el libreto, ver las fotos, los créditos y sobre todo los agradecimientos. Estos muestran que el disco es el resultado del trabajo de mucha gente. Un agradecimiento que me llamó la atención fue uno de un disco de LPR (La Polla Records) que más o menos decía "Que no nos perdonen nunca aquellos de los que nos hemos olvidado" o también aquel de Andi Deris de Helloween, despues de un disco muy criticado en el siguiente se quedo bien a gusto "No friends, no thanks". Todas estas cosas no aparecen cuando te bajas música de internet.

Antes de que hubiese internet te la jugabas un poco a la hora de comprar música. Para conocer la calidad de cualquier disco o grupo dependías en parte de los gustos de tus conocidos o en mi caso de revistas heavys bastante parciales en función de si concedían entrevista o no al medio. Ahora puedes leer cientos de críticas de expertos, de gente corriente y en ultimo lugar escucharlo, si te gusta lo compras si no a la papelera de reciclaje.

Otro momento de felicidad es conducir. Para no contar otra vez lo mismo de siempre intentare cambiar un poco. Al igual que mis perras se alteran cuando cojo las correas para dar un paseo mi cuerpo se pone en tensión cuando me pongo la ropa de la moto. Sobre todo cuando me pongo los pantalones y las botas, porque el cerebro de forma automática sabe que el paseo será largo. Me pongo el casco torpemente y aprisa, las manos me tiemblan al abrir la puerta del garaje, los guantes no ajustan bien porque me los pongo demasiado rápido. Las pinzas y candados parece que se atascan, cuando en realidad tardo el mismo tiempo en quitarlos que otras veces solo que mis sensaciones son totalmente diferentes. Toda esta tensión se va en el mismo instante que arranco el motor, al engranar la primera marcha la moto entera tiembla hacia alante y entonces el cuerpo esta completamente relajado y listo para un largo paseo en moto.

2 comentarios:

  1. UUUUMMMMMM!!!! ESE CHOCOLATE TAMBIEN ES MI PREFERIDO, SOBRE TODO CUANDO LOS FINES DE SEMANA ME QUEDO SOLO EN LEON, QUE SUELE SER SIEMPRE.PEDRO CUESTA

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  2. ERES UN MAQUINAL PASCUUUU.
    UN SALUDO.PEDRO CUESTA

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